4 consejos para que la cena te ayude a perder peso
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La cena es junto con el desayuno la comida que menos importancia tiene dentro de nuestra dieta. Después de una larga jornada de trabajo lo único que nos apetece en ocasiones es meternos en la cama y descansar, por lo que cenamos cualquier cosa que haya en la nevera y en ocasiones ni eso. La cena resulta de especial interés cuando buscamos perder los kilos que nos sobran, ya que por la noche el gasto de calorías es mínimo. Tampoco podemos pasar por alto que una dieta saludable también nos ayudará a la hora de conciliar el sueño. A continuación te damos 4 consejos para que la cena te ayude a perder peso.
Evita los excesos
Hay que cenar con moderación, evitando las raciones demasiado grandes. Ten en cuenta que cuanto más comas, más calorías estarás ingiriendo. Estas calorías no las necesitas para nada al tratarse de la última comida del día, ya que tampoco vas a realizar ejercicio. También cuando más consumas más posibilidades habrá de tener problemas digestivos que entorpezcan el descanso por la noche. La cena debe aglutinar en torno al 15% de las calorías necesarias.
Rebajar la cantidad de hidratos de carbono
En la cena hay que evitar siempre que se pueda la ingesta de carbohidratos. Son nuestra principal fuente de energía para desarrollar una actividad mental y física en buenas condiciones. Lo adecuado sería incluir en la alimentación de última hora del día hidratos procedentes de frutas y vegetales, reduciendo además los refrescos, dulces y bollería. En todo caso, lo más normal para cenar es decantarse por las proteínas magras, que nuestro organismo empleará para reparar estructuras durante la noche y no se almacenarán en forma de grasas. Nuestra recomendación consiste en tomar algo de pechuga de pollo, lácteos, huevos o pescados.
Suprime alimentos difíciles de digerir
Para poder conciliar el sueño con más facilidad no deberías comer platos que fuesen ricos en grasas, como pueden ser los bollos industriales o las frituras. También se aconseja reducir el consumo de salsas, picantes, embutidos y fiambres. A más de uno le ha costado dormir por la noche a consecuencia de la acidez y pesadez de ciertos alimentos. En cuanto al consumo de fibra, siempre será con moderación, incluyendo en la dieta a poder ser vegetales que estén tiernos, nunca crudos, frutas y verduras picadas o cocidas, y en puré. Al estar crudas nuestro estómago no las asimilará bien y podría provocarnos problemas.
Sentarnos a la mesa con tranquilidad
Ya que al mediodía muchas personas comen con celeridad porque tienen que acudir de nuevo a su puesto de trabajo o porque cuentan con otras obligaciones, intentaremos sentarnos por la noche a cenar con tranquilidad. Nos liberaremos de las tensiones de la jornada y disfrutaremos del plato. Comiendo despacio la comida se digiere mucho mejor, te saciará más e incluso te resultará más placentera. Con estos consejos conseguirás hacer una cena adecuada, en donde se suprimirán las calorías y nutrientes que no te sirven de nada. Tendrás más posibilidades de perder los kilos que te sobran.