El ayuno intermitente también mejora la salud del cerebro

Nuevo trabajo de la Universidad Johns Hopkins

En personas mayores de 40 años con obesidad y resistencia a la insulina

cannabis cerebro
Un cerebro humano.

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Investigadores de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, Estados Unidos) y los Institutos Nacionales de Salud de aquel país han analizado a pacientes de 40 años o más con obesidad y resistencia a la insulina. Una parte del grupo hizo ayuno intermitente; la otra llevó una dieta saludable normal. Se compararon los beneficios de los dos patrones de alimentación en la salud del cerebro.

La resistencia a la insulina es un fenómeno clave en el desarrollo de diabetes tipo 2, y es frecuente que se presente en personas que padecen obesidad. Diversos estudios sugieren que las personas con resistencia a la insulina tienen un riesgo más elevado de desarrollar alzhéimer y otras formas de deterioro cognitivo. Por ese motivo se han llevado a cabo diversas investigaciones planteando la posibilidad de que los regímenes para perder peso reduzcan el riesgo de desarrollar enfermedades del cerebro.

En el caso de este equipo de científicos, ellos mismos habían firmado trabajos anteriores con animales de laboratorio en los que se observaba que el ayuno intermitente puede mejorar las funciones cognitivas y la sensibilidad a la insulina.

Sus últimos hallazgos, ya en pacientes, se han dado a conocer en la revista Cell Metabolism, y documentan los efectos del ayuno en mujeres y hombres en riesgo de desarrollar deterioro cognitivo. Entre otras variables, evaluaron el estado de las vesículas extracelulares -material que expulsan las células nerviosas, las neuronas- mediante análisis de sangre, ya que estas llegan al riego sanguíneo, durante las ocho semanas que los pacientes cumplieron las dietas.

Dos buenas formas de comer

Los resultados mostraron que ambos tipos de alimentación tienen beneficios en cuanto a la resistencia a la insulina -que disminuye- y mejora de la función cognitiva, con resultados positivos en la memoria y las funciones ejecutivas. No obstante, el ayuno intermitente estaba asociado con mejorías más acusadas.

Mark Mattson, profesor de la Universidad Johns Hopkins, ha sugerido que
«quizá otros científicos quieran incorporar los marcadores de salud cerebral que nosotros hemos empleado en futuros estudios sobre dieta y salud cerebral».

En su trabajo se reclutó a voluntarios que pasaron por cuatro evaluaciones en persona. De todos los participantes, 40 completaron el experimento. A 20 de ellos se les pidió que siguieran una dieta con ayuno intermitente y una restricción de calorías a una cuarta parte de las que se recomienda consumir diariamente durante dos días seguidos cada semana; los cinco días restantes siguieron una dieta rica en fruta, verdura, cereales sin refinar, proteínas sin grasa, productos lácteos bajos en grasa y limitaciones en el uso de azúcar, sal y grasas saturadas. El otro grupo de 20 personas siguió esta dieta durante toda la semana.

Los dos tipos de alimentación eran beneficiosos para reducir los indicadores de resistencia a la insulina en las vesículas extracelulares, elevar las puntuaciones en la edad biológica (evaluada con resonancia magnética) y bajar los niveles de glucosa en el cerebro. También mejoraron la salud metabólica: peso, índice de masa corporal, circunferencia de la cintura y presencia de lípidos -como colesterol- en sangre.

Las funciones ejecutivas y la memoria, habilidades cerebrales clave en la planificación y la consecución de objetivos, mejoraron un 20% más en las personas que hicieron ayuno intermitente.

Habla con tu médico

Unos pocos participantes declararon haber sentido molestias por el cambio en la dieta, incluyendo estreñimiento y dolor de cabeza ocasional. Los científicos observaron niveles elevados de una proteína de neurofilamentos (una proteína estructural de las neuronas) en los dos grupos de voluntarios,
pero sobre todo en las personas que hicieron ayuno intermitente. No está claro qué puede significar ese cambio. «Es un marcador que tendremos que seguir evaluando en otros estudios», ha dicho Mattson. En cualquier caso, los autores advierten que cualquier persona interesada en el ayuno intermitente debe planearlo cuidadosamente con su médico, ya que puede tener efectos dañinos en algunas personas, como los pacientes con diabetes tipo 1 y quienes viven con desórdenes alimentarios.

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