Receta de caballa rebozada

Esta receta de caballa rebozada es ideal para que los niños en casa tomen pescado. Solo hay que conocer algunos trucos para que el rebozado sea perfecto; por un lado se tiene un pescado muy rico y, por otro, una preparación bastante usada en las cocinas alrededor del mundo. El rebozado es una técnica en la que se pasan los alimentos por huevo batido y después por pan rallado para freírse a continuación en aceite muy caliente; esto se hace con el fin de que los alimentos se cocinen bien y el rebozado no se despegue. La caballa cocinada de esta forma queda crujiente y es un exquisito bocado.

Para que ese rebozado sea en verdad perfecto hay que fijarse en algunas cosas: secar la caballa con papel de cocina antes de rebozarla servirá para que el huevo batido se pegue mejor. Si se deja rebozada en la nevera durante 10 minutos y se vuelve a rebozar quedará más crujiente. Por eso se recomienda tanto para las carnes como para los pescados rebozarlos dos veces, es decir, pasarlos primero por huevo, luego por pan rallado, y repetir una vez más el procedimiento.

Ingredientes:

Cómo preparar caballa rebozada:

1. Batir los huevos con sal y pimienta y con tres cucharadas de agua. Reservar.
2. Mezclar el pan rallado, el queso, el ajo y el perejil, añadir sal al gusto.
3. Secar bien con papel de cocina los filetes de caballa.
4. Sumergir los filetes en el bol donde se batieron los huevos, cuidando de que se impregnen por todos lados.
5. Pasarlos luego por la mezcla de pan rallado, aplastándolos bien con la mano.
6. Reservar durante 10 minutos en la nevera.
7. Repetir el procedimiento de rebozado.
8. Calentar en una sartén honda suficiente aceite de oliva (lo ideal es que los filetes de caballa rebozada se sumerjan en el aceite, pues así se cocinan mejor y más rápido y no absorberán grasa).
9. Cuando el aceite esté bien caliente, freír los filetes hasta que se doren.
10. Sacarlos y ponerlos en una bandeja con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

Los filetes de caballa rebozada quedan buenísimos para cualquier noche de cena en familia. Puedes servirlos con un rico puré de patatas o con una muy saludable ensalada de diferentes lechugas.