Albóndigas de pollo y espinacas
Albóndigas de pollo y espinacas. Una receta ideal para introducir más verduras en nuestras comidas. Cunden mucho y además se puede congelar para cocinarlas en otra ocasión. En otro artículo de CookAffinity preparamos pakoras de espinacas. Hoy hacemos la receta de albóndigas de pollo y espinacas.
Desde siempre nuestras madres o abuelas nos decían que ‘las espinacas tienen mucho hierro’. En realidad esto es un mito, si tienen hierro pero poco unos 3,5 mg por 100 gramos, frente a la soja por ejemplo que tienen 8 mg por cada 100 gramos. El mito sobre el gran contenido en hierro de las espinacas salía hasta en unos dibujos de los años 1930, ‘Popeye el marino’.
En el siglo XIX, un químico alemán llamado Erich Von Wolf estaba enfrascado en averiguar la cantidad de hierro que tenían distintas verduras de hoja verde, entre ellas las espinacas. Anotó sus averiguaciones y le pidió a su secretaria que pasara sus notas a limpio. El científico había apuntado 3,5 mg pero la secretaria cometió un error al ponerla coma en lugar de 3,5 mg anotó y 35 mg. Ese error creo el mito y a lo largo del tiempo pensando que la cantidad de hierro de las espinacas era mucho.
Albóndigas de pollo y espinacas
Ingredientes para 4 personas
Preparación
Limpiar y lavar las espinacas si son frescas. Luego con poca agua y sal poner a cocer unos 4 minutos verás que están ya hechas porque se reducen mucho y se quedan tiernas. Si usas congeladas tienes que poner bastante agua a hervir en una olla con un poco de sal. Cuando el agua hierva introduce las espinacas y deja que se cuezan durante 4 minutos. Luego apaga el fuego, un minuto de reposo dentro de la olla. Escurrir y ya las puede usar para cualquier receta.
Por otro lado vamos a picar las pechugas de pollo, para ello mejor si las tenemos unas horas en el congelador, que estén casi a punto de congelarse. Esto es porque así la carne la podremos triturar mejor. Cortamos varios trozos y los ponemos en la picadora, añadimos el trocito de cebolla, el perejil, el queso rallado, la pimienta y un poco de sal. Picar todo junto, y luego sacar de la picadora y mezclar bien con las espinacas. y la clara de huevo. Trabajamos todos los ingredientes y formamos las albóndigas.
Por otro lado ponemos a sofreír cebolla picada en una sartén, junto a una hoja de laurel. Cuando esté dorada la cebolla añadir 100 ml de salsa de tomate, cocinar dos o tres minutos. Ahora añadimos las albóndigas. Cocinamos todo junto unos 20 minutos, a mitad de la cocción añadimos el medio vasito de vino. Una vez terminado el tiempo sacamos las albóndigas del recipiente. La salsa la ponemos en otro recipiente apto para batir y con la batidora dejamos la salsa como un puré fino, es más agradable de comer y sobre todo a quien no le gusta la cebolla (como a muchos niños), de esta manera se comen la salsa encantados.
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Elena Bellver
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