Histórica venganza de Rajoy contra Sánchez
Mariano Rajoy, primer jefe de gobierno apeado del poder mediante aquella moción de censura muñida judicialmente por el dúo De Prada/Garzón (el juez prevaricador), siete años después se ha cobrado venganza en el más puro Rajoy style, esto es, con ironía, altura, estilo de buen orador, retranca y chacota.
En efecto. El gallego se ha tomado siete años para refofilarse de Sánchez y Ábalos, carne de presuntamente corrupto. No hay que olvidar que el profesor de educación física en Primaria fue el encargado de presentar aquella moción que descabalgó a un gobierno que había sacado a España del averno. El presidente Rajoy, a la luz de lo ocurrido en el Palacio de La Moncloa tras su desalojo, con su fallos –que los tuvo– adquiere ribetes de estadista.
Esto es lo que dijo Rajoy hace tan sólo unos días: «Recuerdo que el principal argumento utilizado por Ábalos fue la corrupción del Gobierno. Y el instrumento del que se sirvió fue una interpretación libre, interesada y manipulada de una sentencia judicial que no condenaba a ningún miembro del Gobierno al que Ábalos censuró… A ninguno, porque ninguno de ellos fue juzgado… Pregunté más adelante, ¿acaso el PSOE, árbitro de la limpieza en esta moción de censura, está limpio? Y terminé afirmando: para venir a dar lecciones hay que estar en condiciones de darlas; si no, mejor callarse… Llevo aplicándome esta máxima desde que nací… ¡Así se escribe la historia!».
El ex presidente recuerda aquello con gran precisión y lo afirmado es irrefutable. Lo expresado, sin embargo, no excluye a Mariano Rajoy de su responsabilidad, porque había sido advertido con tiempo por dos miembros de su Gabinete de que la izquierda en su conjunto (política, judicial y mediática) se había conjurado para utilizar cinco líneas de la mencionada sentencia para argumentar sobre la necesidad de echar a un gobierno corrupto. Resultó que tiempo después tanto el pleno de la Audiencia Nacional como la Sala II del Tribunal Supremo ordenaron retirar ese párrafo porque en Derecho no correspondía. Había sido colado con calzador por el todavía juez José Ricardo de Prada, con la ayuda inestimable de Garzón ¡A buenas horas! España había emprendido ya un camino hacia lo desconocido. La actual situación de España no es entendible si se olvida aquella sentencia y la consiguiente moción de censura. Se colegía de aquello que el PP y Rajoy era la corrupción en su máxima expresión, y Ábalos y Sánchez la pureza en estado puro.
Han transcurrido siete años y todo el mundo está al cabo de la calle de lo perpetrado por estos dos elementos de covachuela. ¿Tendrán cuajo y hombría suficiente el señor Ábalos Meco y el mentiroso Sánchez Pérez-Castejón para mirar hoy a los ojos al presidente que destrozaron con el argumento de la corrupción, precisamente ellos?
Sí, Mariano Rajoy. ¡Así se escribe la historia! Sobre todo cuando dejas que otros te la escriban.
¿Imagina el lector por un momento si dentro de una semana los españoles se vieran obligados a elegir entre la seriedad de Rajoy o el trilerismo de Sánchez? ¿Qué ocurriría?
PD. El 20 de enero de 1936, seis meses antes de estallar la Guerra Civil, Francisco Largo Caballero dijo esto: «La democracia es incompatible con el socialismo». ¡Pues eso! Ahora se entiende todo.
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