El ejemplo del Rey

El ejemplo del Rey

Su Majestad el Rey ha pronunciado, un año más, el mensaje de Navidad a todos los españoles. El de este año lo hacía en unas circunstancias durísimas habida cuenta de las consecuencias de la doble crisis, sanitaria y económica, que padecemos, a las que se une el ataque a la Corona que algunos miembros del Gobierno alientan cada día.

Don Felipe ha vuelto a ser ejemplar una vez más, como lo es cada día de su reinado. No ha rehuido ningún tema y ha hablado a los españoles de manera franca y directa, sin tibieza, contando la cruda realidad, sin edulcorarla, pero lanzando un mensaje de esperanza e ilusión.

Así, el Rey ha recordado a todos los golpeados por el coronavirus; ha pedido a los sanitarios que no desfallezcan; ha resaltado el empobrecimiento de una gran parte de españoles derivado de esta crisis; y ha expuesto la realidad, sin paños calientes, al decir que muchas empresas se han visto destruidas y cómo, así, muchas personas han tenido que renunciar a lo que había sido su sueño familiar durante generaciones.

Y tras hacer repaso de la dramática situación, ha insuflado ilusión y esperanza al recordarnos que la ciencia ha dado pasos de gigante que ha permitido que nos empiecen ya a llegar dosis de las diferentes vacunas contra el virus. Nos ha vuelto a robustecer el ánimo, como aquel tres de octubre de 2017, al recordar que España no es la primera vez que se enfrenta a desafíos mayúsculos, habiendo sabido resolverlos siempre, de manera que volveremos a salir adelante, nos recordó, como sucede cuando hacemos las cosas unidos. Por último, volvió a reiterar su compromiso con una forma de actuar ejemplar.

El Rey, con su discurso, ha vuelto a poner de manifiesto que es el símbolo y garantía constitucional de unidad de la nación. La Corona ha sido la única institución que en los tiempos convulsos de esta crisis sanitaria y económica ha sabido estar a la altura en todo instante, cumpliendo perfectamente con su papel, por mucho que algunos políticos, minoritarios, pero con presencia en el Ejecutivo, hayan intentado vituperarlo.

Para la recuperación tras la pandemia, debemos recordar las palabras del Rey en la que insiste en las capacidades de los españoles para superar las dificultades. Nuestro país es la suma de muchas personas, habiendo sido capaces de lo mejor y, en ocasiones, también de lo peor -como cuando hemos decidido darnos de palos, magistralmente representado por Goya-, pero, en neto, hemos contribuido muy positivamente a la Humanidad en todas las disciplinas, siendo la Leyenda Negra un conjunto de infundios propagandísticos de quienes envidiaban el entonces extenso Imperio de la Monarquía Hispánica, nada que ver con la realidad de luces que supuso para el mundo la aportación de España al mismo.

En estos momentos confusos para el mundo, cuando el virus pandémico no ha cejado todavía en su infección y la vacuna comienza a llegar, en España nos encontramos con una situación sanitaria difícil, que se irá superando, poco a poco, con la inmunidad de la vacuna y de los infectados sanados, y otra económica más difícil si cabe, pues la mala gestión que el Gobierno de Sánchez ha desatado está hundiendo a España en la ruina. La recuperación económica será, por tanto, el gran trabajo que tendremos por delante en los próximos meses, por no decir años, pero no hay que desesperar, pues España, el Estado-nación más antiguo de Europa, si ha sabido salir adelante en otras circunstancias muy adversas, también logrará hacerlo en esta ocasión, pese a que contemos con el peor Gobierno en el peor momento. Cuando la Historia avance, este Ejecutivo no será nada más que una anécdota desagradable, mientras que España -y Dios quiera que la Corona- permanecerá. Feliz Navidad.

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