La economía cuántica ya es una realidad

Física Cuántica, Unión Bancaria Europea, Alphabet, IBM, Microsoft, Rafael del Pino, Ciberseguridad, , cuántica, Economía,

Los economistas empleamos media vida haciendo previsiones y la otra media dando explicaciones de porque nuestra previsión no coincide con lo ocurrido en la realidad, y parece que para cambiar eso ha llegado la economía cuántica. Que no solía coincidir es algo que aprendí hace tiempo en la Universidad Pontificia de Comillas.

Es un hecho que los economistas, sin ser infalibles, hemos ido mejorando con la práctica y la técnica. Lo que además se ha hecho mucho más complejo con la aparición reiterada de cisnes negros como la Covid-19, la invasión rusa de Ucrania o la lucha intensa contra el terrorismo en Oriente Medio. El uso de modelos de predicción junto con la tecnología ha hecho nuestro trabajo más certero y grato, pero todavía no somos capaces de cerrar con rapidez todos los flecos que afectan a las predicciones económicas que sirven de guía a inversores, empresas y gobiernos.

Hablamos de la economía cuántica como la ciencia emergente que realiza predicciones económicas estudiando la probabilidad de ocurrencia basada en la geometría proyectiva o probabilidad cuántica. Se utilizan los mismos modelos de física cuántica para simular escenarios probables en la economía y en las finanzas.

La semana pasada celebramos en Madrid el encuentro anual del Foro Ecofin dedicado a los retos y oportunidades de la industria de la ciberseguridad española en el magnífico auditorio de la Fundación Rafael del Pino. Uno de los paneles que tuve el honor de moderar se dedicó a la computación cuántica para lo que contamos con un representante de Microsoft, empresa que junto con IBM y Alphabet, es líder mundial por número de patentes en esta materia.

Hablamos de las finanzas cuánticas cuando se utilizan los ordenadores y sensores cuánticos para resolver los problemas complejos que se dan en la evaluación de riesgos, en la modelización financiera, la detección de fraudes y optimización de carteras, por ejemplo.

La computación en la nube, que permite almacenar y procesar con rapidez los datos, y la conectividad avanzada de alta velocidad y baja latencia son clave para el uso de la tecnología por las empresas en los procesos de adopción y escalado de la innovación que implica el uso de la realidad aumentada, la inteligencia artificial, la ciberseguridad digital y la computación cuántica. Se puede hacer sin tener que hacer grandes inversiones en la infraestructura física inicial y en sus necesarias renovaciones.

La unidad de medida de la computación cuántica es el qubit o bit cuántico, unidad utilizada para codificar datos en la computación cuántica. Es el equivalente al bit tradicional para codificar información en binario por los ordenadores clásicos.

El qubit permite realizar operaciones de manera simultánea y exponencial lo que hace posible por ejemplo optimizar rutas de distribución y logística, la investigación nuevos materiales y la mejora del encriptado, cifrado de algoritmos y la ciberseguridad. Todas ellas actividades económicas claves que veremos mejorar la próxima década.

Trabajaremos con nuevos algoritmos post cuánticos que serán indescifrables y permitirán una mejor criptografía que base de la ciberseguridad y de nuestra personalidad en internet acabando con los casos actuales de ciberdelincuencia dirigidos a la suplantación de nuestra identidad digital en servicios financieros, bancarios y administrativos.

Esta nueva revolución tiene que afrontar los retos tecnológicos actuales de la computación cuántica. En primer lugar, la falta de coherencia permanente creando errores y ruido de los propios procesadores cuánticos. En la situación actual, las operaciones con qubits es difícil que sean operaciones escalables y sean capaces de llegar a revisar todos los escenarios alternativos que son óptimos para tomar una buena decisión en base a un análisis por los expertos.

El segundo reto de la computación cuántica consiste en la necesidad de mantener las operaciones a temperaturas extremadamente bajas, 200 grados bajo cero utilizando helio para enfriar por ejemplo, por lo que a corto plazo no es posible incorporar estas soluciones a los teléfonos móviles, ordenadores personales, vehículos o domicilios.

Hay diferentes tecnologías que actualmente operan con los qubits de superconductores como la trampa de iones, los qubits de silicio y los qubits topológicos. Estos últimos son más escalables presentando menos problemas de coherencia.

Las grandes empresas tecnológicas, utilizando la nube, están dando provisión de servicios de computación cuántica a través de los centros de datos como servicio, así como dan también servicios de Big Data y de inteligencia artificial.

Algunos de los proyectos desarrollados desde el campo de la investigación que actualmente están usando la potencia de la computación cuántica en la nube pertenecen a la industria farmacéutica trabajando con moléculas para curar enfermedades o en la industria química generando nuevos materiales más resistentes. Sin olvidar la industria de los derivados financieros complejos ayudando a cerrar el precio óptimo de las transacciones en el mercado financiero.

En todos estos ejemplos que hoy son una realidad, lo que sería una desesperante búsqueda de una aguja en un pajar, se hace de una forma acelerada simulando y evaluando la mejor opción entre millones de alternativas en un tiempo más que razonable, lo que se convierte en un claro factor de competitividad añadida para las empresas que quieran y puedan manejarlo.

Y es por esta importante ventaja por lo que la industria financiera tiene la previsión de invertir 19.000 millones de euros en 2032 en el campo de la computación cuántica.

La computación cuántica cambiará la economía permitiendo a las empresas optimizar las estrategias de inversión. Se va a producir una mejora en la encriptación en las comunicaciones y las transacciones financieras, así como la posible creación de un dinero cuántico que basado en un protocolo criptográfico para validar moneda, será un dinero imposible de falsificar dado que los estados cuánticos no pueden ser clonados.

Finalmente, gracias al mayor uso de la computación cuántica y la capacidad predictiva, la industria financiera podrá poner en el mercado nuevos productos financieros que ofrezcan mejores resultados a los inversores.

En resumen, estamos ante una nueva era de la economía y de las finanzas que además requerirá de cada vez mayor talento matemático y científico lo que adicionalmente se traducirá en una verdadera oportunidad para las nuevas generaciones.

Magnae opportunitates pro mathematicis

José Luis Moreno, economista, ha sido director de Economía en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de Madrid. Analista económico y empresarial.

Lo último en Economía

Últimas noticias