Te la puedes encontrar en el campo, pero es una especie invasora en España altamente alérgica
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En España se han detectado cerca de 200 especies invasoras. Entre ellas se encuentran numerosos animales como aves, mamíferos o reptiles. Las plantas, por otro lado, también están dentro de esa lista y, aunque no llaman la atención, eso no significa que sus efectos sean menores.
Este es el caso de una planta que muy pocas personas podrían nombrar. No tiene un aspecto especialmente llamativo, y si te la cruzas en el campo, ni siquiera pensarías que es algo a vigilar. Pero la realidad es que es una de las grandes responsables de que la alergia se mantenga presente durante más meses del año.
Esta es la planta invasora que dispara los casos de alergia en España
La planta invasora que está empeorando la temporada de alergias en España es la Ambrosia artemisiifolia. Se trata de una especie originaria de América del Norte, concretamente de regiones como el sur de Canadá, Estados Unidos y México.
Llegó a Europa alrededor del año 1865, probablemente oculta entre semillas agrícolas o mezclada en pienso para animales, y desde entonces no ha dejado de expandirse.
En España se detectó por primera vez en 1916, en la isla de Mallorca. Sin embargo, donde más preocupa su presencia es en la franja norte del país. La mayor concentración se encuentra actualmente en Galicia, Cantabria y País Vasco, sobre todo en zonas cercanas a la costa y espacios alterados por el uso humano.
En la actualidad, la Ambrosia artemisiifolia se ha extendido por más de 40 países en Europa, Asia, América del Sur, Australia y algunas islas del Caribe. Aunque no es especialmente llamativa, la expansión de esta planta es silenciosa y eficaz.
En el país se instala principalmente en márgenes de carreteras, bordes de campos, taludes ferroviarios y solares abandonados. Cualquier lugar con suelo seco, rico en nitrógeno y bien expuesto al sol puede servirle de base.
Las características de esta planta son variadas. Tiene hojas divididas, de aspecto similar a las del ajenjo. La planta puede alcanzar hasta un metro de altura, aunque muchas veces crece a ras de suelo. Florece entre junio y noviembre y, durante ese periodo, libera enormes cantidades de polen. Cada ejemplar puede producir entre 30.000 y 40.000 semillas, que pueden permanecer en el suelo durante más de una década.
La gran capacidad de supervivencia de las semillas es lo que hace difícil eliminarlas una vez se han asentado.
¿Cómo es la amenaza de esta especie invasora en España?
El verdadero problema no es sólo su expansión silenciosa, sino que esta planta genera un polen extremadamente alergénico. De hecho, en países como Estados Unidos o Hungría es la principal causa de rinitis alérgica estacional. En España, empieza a sonar cada vez con más fuerza entre los alergólogos, sobre todo en las comunidades del norte.
Por otro lado, no se limita a perjudicar la salud pública. También afecta al campo. En zonas agrícolas, especialmente donde se cultivan cereales o girasol, compite por los nutrientes y el agua, reduciendo el rendimiento de los cultivos y complicando su manejo.
En pastos y praderas pierde todavía más puntos, pues no la come el ganado, así que su presencia reduce directamente el valor forrajero del terreno.
Su agresividad biológica desplaza a la flora autóctona, empobreciendo la biodiversidad. Y lo más preocupante es que puede mantenerse durante años.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico tiene a Ambrosia artemisiifolia incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras desde 2013. Las medidas recomendadas empiezan por la prevención: detectar los brotes a tiempo y evitar que se propaguen.
Cuando ya se ha asentado, el control mecánico suele ser la primera opción: arranque manual antes de la floración, arado profundo para enterrar las semillas, y eliminación segura de restos vegetales. Pero todo se traduce en un trabajo arduo y constante.
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