Protegían el bosque y evitaban incendios: hoy están en peligro de extinción y los ganaderos piden soluciones

Durante décadas, el pastoreo extensivo ha contribuido a mantener los montes limpios y a prevenir incendios forestales en España.
En las zonas rurales, miles de animales han actuado como auténticos cortafuegos naturales, limpiando el monte y reduciendo el riesgo de propagación del fuego. Sin embargo, esta práctica ancestral y sostenible atraviesa una crisis sin precedentes que amenaza con poner en jaque su continuidad.
El pastoreo que previene incendios forestales está en declive
Las conocidas popularmente como «ovejas bomberas» han desempeñado un papel esencial en la protección del medio ambiente, especialmente en Andalucía y Extremadura.
Según informa Canal Sur, su función es sencilla y efectiva: al alimentarse de la maleza y la vegetación seca, eliminan el material que podría servir de combustible en un incendio.
Cada oveja puede llegar a consumir entre dos y tres kilos de vegetación seca al día. El resultado es un terreno más limpio, con zonas de paso despejadas que facilitan la labor de los bomberos en caso de emergencia.
Además, diversos estudios del CSIC citados por National Geographic destacan que el coste del pastoreo preventivo puede ser hasta un 75 % inferior al desbroce mecánico, lo que convierte a esta técnica en una solución ambientalmente responsable y económicamente viable.
La idea de utilizar rebaños como herramienta de prevención del fuego se popularizó en España a partir de 2014, inspirada en un modelo francés. Desde entonces, su eficacia ha quedado demostrada en comunidades como Cataluña, Madrid o Canarias.
Ganaderos sin relevo y pérdida de rentabilidad agravan la crisis
A pesar de sus beneficios, el número de ovejas «bombero» se ha reducido drásticamente. En Andalucía, la cabaña ganadera ha caído un 25% desde 2007, según datos recogidos por National Geographic. Los pastores señalan varias causas: el desplome del precio de la lana, la falta de pastos por la sequía y, sobre todo, la ausencia de relevo generacional.
La edad avanzada de los pastores y la falta de incentivos económicos amenazan con hacer desaparecer este modelo. «Sin apoyo ni jóvenes interesados, la ganadería extensiva está condenada», lamentan los ganaderos consultados por Canal Sur.
Planes autonómicos para salvar a las «ovejas bomberas»
Las administraciones autonómicas intentan revertir la situación. En Andalucía, la Junta ha lanzado programas para atraer a jóvenes al sector agrario y subvencionar mejoras tecnológicas e infraestructuras rurales.
La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, ha destacado que este tipo de ganadería «representa un modelo de producción que se nutre de los recursos del entorno».
En Extremadura, donde se han impulsado proyectos piloto en Las Hurdes y Sierra de Gata, el investigador Gonzalo Palomo, de la Universidad de Extremadura, advierte que falta un paso esencial: publicar en el DOE la medida de la PAC que compensa económicamente a los ganaderos por su labor ambiental.
«La normativa está aprobada, pero sin su publicación, nadie puede beneficiarse de ella», explica en declaraciones a COPE.
El futuro de las «ovejas bomberas» dependerá de la rapidez con que se actúe. Si no se garantiza el relevo generacional ni se reconocen sus servicios ambientales, España podría perder una tradición milenaria y una de las herramientas más efectivas contra los incendios forestales.