Increíble pero cierto: este animal fue el único que ha librado una guerra contra los humanos, y salió vencedor

Hay acontecimientos históricos que parecen sacados de una película de comedia, pero que en realidad fueron reales e insólitos. Uno de ellos ocurrió en Australia en 1932, cuando un ejército armado se enfrentó a aves gigantes que desafiaron la autoridad humana.
Este conflicto dejó una lección clara sobre los límites de la fuerza militar y la sorprendente capacidad de adaptación de la naturaleza.
La insólita victoria de los emúes contra el ejército en Australia
El contexto de este episodio fue la difícil situación económica australiana tras la Primera Guerra Mundial. Muchos veteranos recibieron tierras en el árido oeste del país, pero la falta de experiencia y la crisis del trigo derivada de la Gran Depresión complicaron la supervivencia de estos colonos.
Miles de emúes, aves incapaces de volar pero ágiles y persistentes, que arrasaban los cultivos y destruían cercas, facilitando además la entrada de conejos en los campos.
Los agricultores, desesperados, solicitaron ayuda al gobierno federal. Sir George Pearce, entonces Ministro de Defensa, autorizó una operación militar para controlar a las aves.
La misión estaba equipada con ametralladoras Lewis y fusiles automáticos, y fue dirigida por el mayor G. P. W. Meredith desde noviembre de 1932 en Campion (Australia Occidental). Lo que se esperaba como una intervención rápida se transformó en un episodio frustrante y cómico para los militares.
El ejército australiano frente a los emúes: una derrota inesperada
La ventaja tecnológica de los soldados se desvaneció ante la destreza de los emúes. Estos animales demostraron una habilidad notable para dispersarse y evadir los disparos, mientras los intentos de perseguirlos en vehículos o rodearlos resultaban infructuosos.
El terreno accidentado y la rapidez de las aves hicieron incluso que una ametralladora quedara inutilizable.
Los números reflejan el fracaso: más de 2.500 cartuchos fueron disparados, y aunque las cifras oficiales indican que se abatieron alrededor de 986 emúes, algunos reportes mencionan hasta 2.500.
La campaña fue suspendida apenas un mes después de iniciada, el 10 de diciembre de 1932, provocando burlas y críticas en la prensa y en el Parlamento australiano.
Lecciones históricas de la Guerra del Emú y su impacto en Australia
Tras la experiencia, el gobierno implementó medidas más eficaces y menos costosas, como recompensas por cada ave capturada y la mejora de cercas. Sin embargo, la «Guerra del Emú» quedó como un símbolo de descoordinación burocrática y de los límites del poder humano frente a la naturaleza.
El mayor Meredith incluso destacó la astucia de los emúes, calificándolos de enemigos organizados capaces de realizar numerosas tácticas de distracción superiores a las de un ejército convencional.
Este episodio refleja un conflicto profundo entre ecología, economía y política: los intentos de controlar fenómenos naturales con estrategias militares tradicionales pueden resultar contraproducentes.
Hoy, los emúes son recordados no sólo como sobrevivientes, sino como protagonistas de una historia que mezcla humor, fracaso y reflexión sobre la interacción entre humanos y la fauna.
La Gran Guerra del Emú nos recuerda que la naturaleza no se doblega fácilmente y que incluso las estrategias más preparadas pueden sucumbir ante lo inesperado. Y tú, ¿conocías este hecho histórico?