Hasta el rabo, todo es toro
Es curioso, pero con el fin de determinar los fueras de juego en favor del fuera de juego semiautomático, cada balón de este Mundial de Qatar 2022 cuenta con un censo interno IMU (Unidad de Medición Inercial) que permite una revisión del estado del esférico y detecta con absoluta precisión el momento exacto en el que un jugador lo contacta.
Adidas, que presentaba este balón, de nombre Al Rihla, que significa «el viaje» en árabe, a finales de marzo nos contaba que «el sensor de 500 Hz que está dentro de la pelota permite la recopilación de datos de movimiento de la pelota y la transmisión a los oficiales de vídeo del partido en segundos durante todo el encuentro».
¿Por qué es curioso todo ello? Porque toda esta tecnología no pudo ayudar en nada a los oficiales que ayer poblaban la sala VOR del Japón-España para determinar si ese balón había salido por completo o no.
Son cientas las imágenes que corrían por internet a los pocos segundos de producirse la acción, pues como de costumbre suele ocurrir, la realización que cubría el partido no nos regaló la mejor de las imágenes, la única válida, la que debe estar en el plano cenital. Es decir, una imagen captada por una cámara colocada perpendicular a la línea de meta.
La imagen en sala VOR
Al parecer, esa imagen sí llegó a la sala VOR, cuando la vieron debieron pensar aquello de que «hasta el rabo todo es toro». Esta se haría viral en las redes sociales y es que esta demostraría finalmente que ese balón no salió por completo y por lo tanto, el gol debió subir al marcador.
Decían que la tecnología llegó al fútbol para hacerlo más justo, eso y para que los árbitros pudiera dormir mejor tras un error de bulto, pues bien, parece que se hizo justicia. Eso sí, casi nos cuesta marcharnos para casa. El que seguro que se sentirá más aliviado es el árbitro sudafricano Víctor Gómes que era el encargado de dirigir el partido y que señaló saque de meta en primera instancia.
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