La Policía desaloja al colectivo apoyado por Podemos que okupó un antiguo hotel en el centro de Madrid
Tercer desalojo a los okupas de La Ingobernable. Este martes agentes antidisturbios de la Policía Nacional, del Ministerio del Interior, han expulsado a este colectivo que cuenta con el apoyo explícito de Podemos de un hotel ubicado en la calle Cruz de la capital que habían usurpado hace ya un año: el hostal Cantábrico de dos estrellas.
El edificio, propiedad de la empresa Marco Aldany, será rehabilitado para abrir de nuevo como hotel con la compañía One Shot Hotels. Los okupas han emitido un comunicado en el que critican el desalojo de la Policía «sin previo aviso, después de que el espacio estuviera durante cinco años abandonado».
La Ingobernable ha denunciado que el Ayuntamiento de Madrid está detrás del desalojo. Han señalado al alcalde José Luis Martínez-Almeida en sus redes sociales. Sin embargo, tal como ha podido confirmar OKDIARIO, han sido agentes del Ministerio del Interior y la Policía Nacional los que han organizado el operativo. La Policía Municipal, que depende del Ayuntamiento, no ha tenido ninguna intervención. En todo caso, los okupas afean al Gobierno de PP y Cs que hayan permitido a los legítimos propietarios «un cambio de uso de suelo para convertir la estructura en un hotel de lujo». «Pariendo así una operación inmobiliaria y especulativa que generará ingentes beneficios y un hotel más en el centro de la ciudad», afea el colectivo.
Previamente, estos okupas habían estado en un edificio de lujo en el Paseo del Prado propiedad del Consistorio de la capital y, posteriormente, en otro inmueble igualmente histórico del Ministerio de Justicia. En ambos casos, la Administración local y nacional no tuvo contemplaciones y, defendiendo su patrimonio, tramitaron la expulsión.
Ahora habían entrado por la fuerza en un hotel cerrado a la espera de obras de mantenimiento por seguridad. Está en una calle colindante a la céntrica Puerta del Sol. Allí aseguraron que abrían la Oficina de Derechos Sociales (ODS) La Ingobernable. Jugaban la carta de que iban a hacer labores sociales en plena sintonía con el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 que lidera Ione Belarra (Podemos) y, por ellos, no había que expulsarles. Sin embargo, la famosa empresa de peluquería ha conseguido echar a este colectivo.
«¡Ni un hotel más, ni un centro social menos!», exclaman ahora los okupas. “Una vez más, aquellos que prefieren seguir enriqueciéndose a costa de hacer más hoteles vuelven a desalojar un centro social, quieren una ciudad muerta llena de hoteles”, agregan en su comunicado.
«Denunciamos no sólo una operación de especulación, sino de acaparamiento de aquellos que gozan de un amplio imperio inmobiliario. Los Aldany cuentan con más de 10 empresas y múltiples propiedades y negocios. ZZ Inmobiliari Próxima tiene un patrimonio de 12 millones en terrenos, 58 en propiedades, además del Hostal Residencia Arti en Gran Vía, el Hotel Ciudad de Alcalá, un conglomerado en el negocio de las residencias de estudiantes y 19 apartamentos repartidos por Atocha, Malasaña y Gran Vía. Aquí es nada. Es el dueño del CSOT La Puma okupado en 2019, que sufrió un desalojo extrajudicial con denuncia de lesiones y agresiones homófobas por el que Daniel F. L. aún está siendo investigado por la Justicia», relatan.
Por otra parte, sostienen que «los poderes quieren dejar Madrid vacía de centros sociales». Recuerdan la «larga» lista de desalojos: las tres sedes de La Ingobernable, el solar Maravillas, La Salamandra, La Dragona, La Yaya, la Casa de las Asociaciones de Hortaleza, el EV Montamarta, el EVA de Arganzueal, la Casa de la Cultura de Chambería, la Casa del Cura, La Enredadera, La Gasoli, la actual amenaza sobre El Atalaya o la Bankarrota, entre otros.
«Los poderes están deseando eliminar de la ciudad los espacios vecinales y regalársela a la especulación y la turistificación. Ante esto, no callamos. Seguimos. La Ingobernable ha sido un síntoma también de esa ciudad que deseamos. Un modelo para el disfrute y la acción de aquellas que somos eternamente expulsadas del centro de la ciudad. Una conspiración de aquellos y aquellas que sabemos que la ciudad que queremos ya no es sólo un sueño, sino que deviene una urgencia. Atentas, por 10, 100, 1.000 centros sociales», zanjan.