«Si no hay medidas urgentes habrá cierres de peluquerías y se creará economía sumergida en el sector»
Concretamente, la firma Marco Aldany cuenta con más de 450 salones de peluquería en ocho países, solo 300 están España, con más 3.000 empleados
Coronavirus: última hora en directo del Covid-19 y las fases de la desescalada
La crisis del coronavirus ha asestado un duro golpe de las peluquerías españolas. La fase de desescalada ha puesto en marcha la vuelta a la actividad del sector tras más de tres meses con el cartel de ‘cerrado’. Largas listas de espera y teléfonos sin parar de sonar para pedir cita previa fue la imagen de la reapertura, que tras la euforia inicial ha caído hasta reducir la capacidad de trabajo al 65%.
Una situación que se suma a las pérdidas millonarias que ha generado el cierre que se elevan hasta 1.280 millones de euros en 2020, lo que supone decir adiós al 44% de la facturación anual.
Alejandro Fernández-Luengo, presidente de la cadena de peluquerías Marco Aldany, explica el nuevo contexto económico del sector en una entrevista a OKDIARIO en el que augura que la falta de medidas urgentes provocará el cierre de miles de peluquerías y se generara economía sumergida en el sector. Concretamente, la firma Marco Aldany cuenta con más de 450 salones de peluquería en ocho países, solo 300 están España, con más 3.000 empleados.
Pregunta: ¿Cómo ha afectado la crisis del coronavirus a las peluquerías?
Respuesta: Una vez pasada de la euforia de la reapertura de los salones tras el inicio de la fase de desescalada, se ha complicado mucho la situación del sector, ya que se ha visto afectado por las limitaciones de aforo, los costes añadidos de los materiales de seguridad y el tratamiento individual.
La Alianza de Empresas de Peluquería ha anunciado datos demoledores. Y es que casi el 90% de las peluquerías en España están trabajando por debajo del 50% de la capacidad en el desarrollo de la desescalada, una caída de la actividad que en algunos casos se encuentra en torno al 35%. Un escenario que se hace insostenible en el tiempo. Por lo tanto, si no hay medidas al respecto veremos el cierre de muchas peluquerías y se generara economía sumergida en el sector.
P: Ante esta situación, ¿la crisis del coronavirus podría provocar que algunos negocios bajen la persiana de forma definitiva?
R: La peluquería es un sector muy fragmentado, que antes del impacto de la crisis del coronavirus tenía una situación ya bastante tensa y complicada. Desde el año 2012, los salones de belleza sufrieron el aumento del IVA de 13 puntos, del 8% reducido al 21% general. Un incremento que el sector aún no ha digerido.
Ante el impacto de la crisis del coronavirus, creemos que volver al IVA reducido podría ayudar a paliar el cierre inminente de muchos salones, que podrían ascender al cierre de más de 50.000 salones en España, según las previsiones. Concretamente, los datos del Consejo Nacional de Empresas de Peluquería y Estética de España (Conepe) cifran que en el mes de apertura un 20% de los salones han entregado las llaves.
Una situación generada por la incertidumbre de sacar personal de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y trabajar con un aforo reducido, ya que con la calculadora en la mano han llegado a la conclusión de que no hay posibilidad de generar beneficios o ingresos.
P: La crisis del coronavirus ha llegado en unos meses claves para el sector, ¿qué supone para Marco Aldany perder los meses de marzo, abril y mayo?
R: La peluquería tienes una estacionalidad muy recurrente, ya que todos los años hay unos valles y unas puntas. Efectivamente, el trimestre de los meses de marzo, abril y mayo, es el más fuerte después de diciembre. Perder estos meses de facturación, en los que el trabajo se centra en bodas, comuniones y gradaciones supone decir adiós a una parte importante del ticket anual. No obstante, esta situación se suma a la limitación de la reapertura, costes añadidos y en unos meses que por lo general no se genera mucha caja.
P: Las peluquerías se han visto obligas a establecer protocolos de prevención para proteger a los clientes de posibles contagios, ¿qué coste supone para una peluquería las medidas de seguridad?
R: Concretamente, en Marco Aldany los números son diferentes ya que somos una cadena grande. Sin embargo, la Alianza de Empresas de Peluquerías estima en cinco euros por cliente los costes de haber adecuado todos los materiales de seguridad, unido a la limitación del tratamiento individual.
Ahora las normas son que desde que entra hasta que sale el cliente, el peluquero no puede atender a otro por seguridad, esto es un gran coste para la peluquería a la hora de analizar la facturación. Costes añadidos que se suman a las medidas de seguridad, ya que cada vez que compramos partidas de mascarillas o geles hidroalcoholicos son muchos miles de euros que antes no teníamos que pagar. Y es que en un contexto tan complicado todo gasto resta.
P: ¿Cómo valoráis las medidas que ha impuesto el Gobierno a las peluquerías?
R: Desde luego que he echado en falta una interlocución del Gobierno de Pedro Sánchez con el sector para afrontar la situación con la mayor lógica y sentido posible. Uno de los problemas que está generando mayor inseguridad es que los empresarios están sacando a sus empleados del ERTE, sin saber que va a pasar después del mes de euforia. Obviamente esta situación te lleva a la ruina, te lleva al concurso y a la quiebra.
P: ¿Qué medidas pide el sector a Sánchez?
R: Hay una medida que pedimos al Gobierno, pero esta petición no se ha generado a raíz de la crisis del coronavirus, si no que el sector lleva peleando mucho años por que el IVA en las peluquerías sea el de un servicio de primera necesidad, esto es del 10%.
El Gobierno nos ha pedido que abriéramos los primeros, como servicio de primera necesidad, y lo hemos hecho, incluso Pedro Sánchez, excepcionaba la apertura de peluquerías cuando se anunciaba el estado de alarma y luego se corrigió en solo la apertura a domicilio, porque se entendía que la peluquería era tan necesaria como un servicio de farmacia.
Una situación que se podría convertir en un arma de doble filo para el Gobierno, ya que si las peluqueras se encuentran tan oprimidas que van a tener que cerrar, los trabajadores se van a ver obligados a buscarse la vida para comer e ir a peinar domicilio. Por lo tanto, se van a generar peluquerías clandestinas, que se traduce en menos ingresos para las arcas del estado, tan necesitadas en estos momentos. Ante este escenario, es necesario adecuar este impuesto a las necesidades de los negocios para que se convierta en una medida de recaudación inteligente.
Además, veo imprescindible que se elimine la incertidumbre de los ERTE, ya que somos un sector intensivo en mano de obra y no puede ser que las empresas estén abandonando esta medida de alivio sin garantías. La solución no puede ser volver a la normalidad cuando por el lado de los ingresos tienes la economía completamente deprimida, con limitaciones y nuevos gatos. Si el Gobierno no sale al rescate del sector con medidas de alivio veremos carteles de se alquila y se vende en infinidad de peluquerías por toda España.
P: ¿La falta de ayudas del Gobierno de Pedro Sánchez al sector puede generar la proliferación de negocios que vivan d la economía sumergida?
R: La crisis sanitaria y económica que ha generado el coronavirus nos puede llevar a retroceder muchos años. Cuando comencé en el sector recuerdo que había en un bloque de pisos con cuatro o cinco peluquerías en el salón donde peinaban a las clientas y cobraran en negro, este escenario desapareció y los negocios apostaron por la regularización. Una situación que puede cambiar.
En el sector de la peluquería trabajan más de 100.000 personas de forma directa, si de se cierra el 20% de los negocios, entre 20.000 y 25.000 peluqueros se quedaran en la calle que buscaran alternativas para comer peinando. Un escenario que da lugar a la proliferación de la economía en negro, con la consecuencia de la caída de los ingresos fiscales y la calidad del servicio. Todo por lo que hemos lucha durante años se perderá por la mala gestión de la crisis del coronavirus.
P: ¿Cómo está siendo la desescalada en las peluquerías Marco Aldany?
R: El lunes es un momento importante, ya que en Madrid y Barcelona se produce la reapertura de los centros comerciales. Dos ciudades donde se concentran gran parte de los salones de Marco Aldany. Aunque lo haremos con grandes incógnitas, porque se abren con menos afluencia de lo habitual y gran parte de los comercios con la persiana bajada.
Un escenario que generara un problema con los costes de alquiler de los centros comerciales, que son elevados y deberían adaptarse al momento actual. Las marcas de retail están presionando al Ejecutivo para que regule este aspecto que llevara a conflictos jurídicos de lentitud incalculable y un coste añadido para los negocios.
Respecto a la desescalada, espero que alcancemos la normalidad de afluencia lo antes posible, aunque vemos muchos desequilibrios incluso dentro de una ciudad como Madrid, ya que no tiene nada que ver el campamiento que están teniendo los consumidores por zonas.
P: ¿Qué medidas de seguridad se han implantado en Marco Aldany?
R: En todo momento hemos seguido las directrices del Ministerio de Sanidad, por lo que hemos establecido medidas control directo en las que los peluqueros van protegidos con material desechable, como mascarillas y pantallas, acompañado de la desinfección del utillaje para cada cliente.
Marco Aldany tiene la suerte de que los locales son más grandes que el promedio y no es demasiado complicado mantener la distancia de seguridad. Esto permite que podamos colocar los tocadores a más de dos metros, que da una garantía importante a nuestros clientes y a la vez una cierta comodidad.
P: ¿Qué labores solidarias ha llevado a cabo Marco Aldany?
R: Hemos generado un efecto ejemplo. Solo en Marco Aldany se entregaron donaron a residencias de ancianos, hospitales y centros de asistencia social más 300.000 unidades de material desechable. Otras muchas peluquerías han hecho lo mismo en toda España y han conseguido entregar más de medio millón de unidades.
Una donación que hay que ponerla en contexto con la difícil situación que vive el sector, esto es sin dinero en caja y con una gran incertidumbre respecto a la reapertura. Por lo que no se trata de una donación altruista, ya que este material que hemos donado, es un problema financiero que también se suma a la dificultad que existe a la hora de encontrar este tipo de materiales que son necesarios para reiniciar la actividad. Pero era una labor necesaria y estoy orgulloso de que Marco Aldany haya contribuido a ayudar a frenar la crisis del coronavirus.