Los 4 pueblos más antiguos de España
Albarracín es un pueblo con un encanto único
En España hay cientos de pueblos que merece la pena conocer, y en anteriores ocasiones os hemos hablado de algunos de ellos en Galicia, en Asturias y en más regiones. Hoy queremos recopilar los pueblos más antiguos de España, todos ellos con un marcadísimo estilo medieval conservado de la época de su creación.
El turismo histórico está de moda, y es que no cabe duda de que poder conocer la historia de un país a través de sus pueblos y ciudades es una bonita y productiva manera de hacerlo.
Estos son algunos de los pueblos más antiguos de España
1. Albarracín (Teruel)
En la provincia de Teruel encuentras un pueblo medieval muy tradicional que tiene muchísimo encanto, Albarracín. Su casco antiguo está en una colina y forma parte de un recinto fortificado con calles estrechas y empinadas y muchas casas de madera que reflejan la tradición e historia del lugar. El pueblo es Monumento Nacional desde 1961 y está propuesta para ser Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, todavía a la espera de la decisión.
2. Besalú (Girona)
Este lugar es una verdadera joya, uno de los pueblos más antiguos de España y un claro ejemplo de lo que es el turismo histórico. Llegar a Besalú es transportarte al medievo nada más ver su puente románico del siglo XII, sus torres o sus callejuelas estrechas y empinadas. En el año 1966 fue declarado Conjunto Histórico-Artístico Nacional por su gran valor arquitectónico. También se han realizado en sus tierras importantes hallazgos arqueológicos.
3. Ronda (Málaga)
Imposible no quedarse con la boca abierta al ver su puente, que forma un paisaje impresionante y de gran belleza. El puente de Ronda une los dos lados del casco antiguo, que están separados por un increíble desfiladero de 150 metros de altura.
4. Peñafiel (Valladolid)
Otro de los pueblos más antiguos de España lo encontramos en la provincia de Valladolid y es uno de los grandes tesoros que se conservan de la Edad Media. En plena Ribera del Duero, en Peñafiel hay restos de asentamientos que se remontan al año 2900 a. C., realmente antiguos y con un gran valor, tanto histórico como cultural.