Instituciones Penitenciarias

La subdirectora de Villena niega a la juez lo que dijo en privado: hubo un plan para cazar funcionarios

OKDIARIO accede a la declaración de la trabajadora de prisiones investigada por falsa denuncia y simulación de delito

Su versión se contradice con lo que viene reconociendo en privado y ante testigos desde hace meses

Una juez imputa al director de la cárcel de Villena y a la subdirectora protegida por Marlaska

Así cazó la Guardia Civil a la funcionaria que provocó la caza de brujas en la cárcel de Villena

Villena
Pese a reconocer ser la responsable de la custodia de las imágenes la funcionaria niega tener nada que ver con su filtración.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Este periódico ha tenido acceso a las declaraciones de las tres personas investigadas por la filtración de un vídeo de seguridad grabado el pasado mes de agosto en la cárcel de Villena y difundido en varios medios de comunicación semanas más tarde. El ex director de la prisión alicantina, la ex subdirectora y la subdirectora de tratamiento del centro tuvieron que explicar a la juez cómo trataron el vídeo que acabó emitiéndose en el informativo de Televisión Española como justificación de las amenazas y agresiones que la Guardia Civil acabó descubriendo que eran una burda invención.

Este periódico lleva meses dando los detalles de lo que ya se conoce como el escándalo de la cárcel de Villena, y en esos meses han sido muchas las ocasiones en las que hemos recabado la versión de la protagonista de esta historia: Carolina, la “verdadera funcionaria”, según el ministro Marlaska, quien la elogió públicamente tras saber que había sido amenazada y agredida para evitar que cumpliera con su deber de denunciar una posible mala praxis por parte de sus compañeros a la hora de reducir a un preso. El apoyo institucional a Carolina fue unánime y para sustentarlo se filtró el vídeo de la actuación sobre la que ella iba a testificar. ¿Quién filtró ese vídeo?

Eso quiere saber la titular del juzgado de instrucción 3 de Villena, y por eso la ha interrogado a ella, a su director en agosto de 2021 y a su compañera. Carolina declaró este miércoles ante una juez que ya sabe que la Guardia Civil descubrió que ella se inventó las amenazas y las agresiones vinculadas al vídeo en cuestión, así que no es descartable que ella esté involucrada en la filtración de unas imágenes que sí que reconoce que estuvieron en su poder.

Se investigó porque salió en la prensa

La mujer asegura en su declaración que ella era la encargada de guardar esas imágenes y que se descargaron después de los hechos. Dice Carolina que lo hizo por orden de Feliciano, el director del centro por aquel entonces, el 19 de agosto, 3 días después de la agresión. ¿Por qué 72 horas después? Según el que fuera director de la prisión, pese a que él mismo se entrevistó con sus trabajadores y les felicitó por salir más o menos indemnes de la reacción violenta del interno, un preso peligroso y reincidente, lo que le llevó a pedir el vídeo fue lo que leyó en la prensa, literal, y que él atribuyó directamente a algunos trabajadores de su cárcel y que contenía en el titular “una mención descalificatoria” contra él. Tal cual, un funcionario público reconociendo en sede judicial que decidió investigar unos hechos con gravísimas consecuencias para sus trabajadores, por lo que venía en el periódico del día.

El propio Feliciano reconoce así que si alguien tuvo interés en que esas imágenes salieran a la luz por motivos más allá de lo profesional era él mismo, quien en su declaración llega a usar la palabra “inquina” para apuntar a la animadversión que la Asociación Tu Abandono Me puede Matar, asegura, tiene contra él.

De hecho, es Carolina, la que se inventó las amenazas, según la Guardia Civil, la que dice que el día 23 de agosto, justo una semana después del incidente, el director le pide las claves de su ordenador para acceder a las imágenes, hacer copias y mandarlas al Juzgado y a Instituciones Penitenciarias en Madrid. Curiosamente, Carolina aquel día no fue a trabajar, pero más curioso es que sí lo hiciera al día siguiente, así que cabe preguntarse a qué vino tanta prisa por descargar el vídeo. Por su parte, Feliciano asegura que él metió una copia del vídeo en sobres cerrados y no supo más de ellas.

Carolina apunta al Feliciano y Feliciano en todo caso a Madrid, pero lo que no hace ni uno ni el otro es reconocer la filtración, aunque el caso de Carolina es más grave. En el interrogatorio se le preguntó si era cierto que había asistido a una comida en la que se mencionó que había que filtrar esas imágenes a la prensa. Ella negó una afirmación que ha mantenido en privado ante al menos dos testigos y de cuyo contenido existe constancia. Es inevitable poner en cuestión a Carolina. Si mintió sobre unos hechos tan graves que dejaron a sus compañeros de Villena sin empleo ni sueldo durante seis meses, ¿qué iba animarla ahora a decir la verdad?

Por cierto. Uno de estos investigados pretendió cobrar dietas de desplazamiento por ir a declarar al juzgado. Le aclararon que eso pasa cuando uno se desplaza para ayudar a esclarecer un delito, no cuando eres sospechoso de cometerlo. Ese es el nivel.

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