El actual director de Mercamadrid conocía el pago de comisiones de Mercasa en Panamá

Mercamadrid
El director general de Mercamadrid, David Chica; el ex ministro de Panamá Melitón Arrocha y el ex directivo de Mercasa Álvaro Curiel.

El actual director de Mercamadrid, David Chica, tuvo conocimiento durante su etapa como directivo de Mercasa de que la empresa pública dependiente del Ministerio de Agricultura utilizaba como práctica habitual el pago de comisiones para conseguir contratos públicos en Panamá. El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata investiga actualmente el trasiego de dinero público de Mercasa que se desvió al pago de estas mordidas.

Antes de ser nombrado director general de Mercamadrid por el gobierno de Manuela Carmena, David Chica fue director de Estructuras Comerciales de Mercasa entre 2008 y 2012 bajo la presidencia del socialista Ignacio Cruz Roche, durante el segundo mandato de José Luis Rodríguez Zapatero.

Aunque en este cometido no tenía responsabilidades sobre el área internacional de Mercasa, David Chica era directivo SEPI y miembro del comité de dirección de la empresa pública, en el que se debatieron y aprobaron todos los proyectos ejecutados en Panamá.

El encargado de montar la delegación de Mercasa en el país caribeño fue el entonces director de las áreas de Internacional y Proyectos Técnicos, Álvaro Curiel, quien hoy es uno de los hombres de confianza de David Chica en Mercamadrid. En aquel momento, ambos formaban parte del comité de dirección de Mercasa, junto al presidente Cruz Roche, la abogada del Estado María Jesús Prieto, Ángel Juste y un responsable del departamento financiero.

Fichado a través de un ‘cazatalentos’

Álvaro Curiel recurrió a un ingeniero industrial que había conocido en la Universidad Alfonso X el Sabio, y que mantiene abierta una oficina de headhunter (cazatalentos) en la Plaza de la Independencia de Madrid, para contratar a un comisionista en Panamá.

El elegido fue el gestor administrativo José Manuel Cano, cuya mejor baza era su relación personal con varios miembros del Gobierno de Ricardo Martinelli. Aunque oficialmente actuaba como un agente comercial de Mercasa en Panamá, Cano tenía pactado por contrato un sueldo fijo de la empresa pública, además de una comisión del 6% sobre el importe de los contratos públicos que lograra cerrar.

José Manuel Cano condujo a Álvaro Curiel hasta el despacho del entonces vicecanciller y ministro Relaciones Exteriores del Gobierno de Panamá, Melitón Arrocha Ruiz, con el que mantenía una estrecha amistad. A partir de ese momento, Arrocha se convirtió en el principal conseguidor de contratos para Mercasa.

Fruto de estos contactos, el Ministerio de la Presidencia de Panamá adjudicó a Mercasa el 26 de octubre de 2010 un contrato de 6,5 millones para el «diseño y asistencia técnica» de ocho mercados en distintas ciudades del país.

Lo hallaron muerto en un hotel

Pero los manejos del comisionista José Manuel Cano no pasaron desapercibidos y provocaron que el agregado comercial de la Embajada de España en Panamá elevara una queja contra él ante el Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid.

Sólo entonces, Álvaro Curiel llamó a capítulo a Cano en la sede de Mercasa en Madrid. En una discusión a gritos que numerosos empleados pudieron escuchar, le reprochó que había realizado todo tipo de pagos injustificados con la tarjeta de crédito que la empresa le había dado para los gastos de representación en Panamá. Y le exigió que devolviera la tarjeta Visa, bajo la amenaza de despedirle.

Tras esta conversación, Cano regresó a Panamá y, tan sólo unas semanas después, fue hallado muerto de un infarto en un hotel. La historia tiene un epílogo bastante trágico: la viuda de José Manuel Cano recurrió a los Juzgados de la Plaza Castilla para exigir que Mercasa le pagara la comisión del 6% prometida a su marido, sobre el importe del contrato adjudicado para diseñar ocho mercados en Panamá.

La abogada del Estado María Jesús Prieto (que se encuentra imputada en la Audiencia Nacional, al igual que Álvaro Curiel, por el pago de comisiones ilegales en Panamá, Angola, Argentina y otros países) fue la encargada de gestionar la estrategia de Mercasa en este litigio.

Melitón Arrocha el ‘conseguidor’

Pero el ministro Melitón Arrocha ya se había convertido en el hombre de Mercasa en Panamá. La empresa pública del Ministerio de Agricultura abonó a su despacho de abogados, Arrocha & CO., un contrato de asesoría de 41.387 dólares mientras se tramitaba el proyecto de los ocho mercados.

En diciembre de 2012, tras ser despedido de Mercasa, Álvaro Curiel constituyó con un capital social de 10.000 dólares una sociedad en Panamá, PersonalPlus SA, precisamente en el despacho de abogados Arrocha & CO. fundado por el ministro Melitón Arrocha.

Melitón Arrocha ha sido luego, desde junio de 2014, ministro de Comercio del Gobierno de Panamá. Dimitió en diciembre de 2016 tras ser acusado de corrupción, ya que su bufete de abogados Arrocha & CO. había representado a la empresa chilena Sonda que en octubre 2013 obtuvo un contrato de 12 millones de dólares del Gobierno de Panamá para gestionar el sistema de cobro del Metrobús hasta el año 2021. Pese a todo, en enero de 2018 Melitón Arrocha fue nombrado embajador del Gobierno de Panamá ante las Naciones Unidas.

El informe forense que la abogada del Estado Macarena Olona (hoy diputada nacional de Vox) entregó el pasado mes de octubre al juez José de la Mata enumera otras irregularidades detectadas en los contratos de Mercasa en Panamá. Un correo electrónico escrito por Álvaro Curiel el 15 de marzo de 2011 evidencia que la empresa pública hinchó el presupuesto de un proyecto presentado ante el Municipio de Panamá para «asumir desviaciones e imprevistos».

Cs mantiene a David Chica

Otro email dirigido a Luis Hermosilla el 18 de agosto de 2014 deja entrever que los técnicos de Mercasa redactaron el pliego de condiciones de un concurso convocado por el Municipio de Panamá para la «localización de futuros mercados periféricos», por importe de 295.000 dólares. El concurso lo ganó Mercasa, claro, porque había fabricado el pliego de condiciones a su medida.

Las fuentes internas consultadas por OKDIARIO señalan que David Chica tuvo pleno conocimiento –como miembro del comité de dirección de Mercasa y por el testimonio de otros directivos– de los hechos protagonizados por el comisionista José Luis Cano y el posterior litigio entablado por su viuda.

Tras ser nombrado director general de Mercamadrid por el gobierno de Manuela Carmena, David Chica incorporó a su equipo a Álvaro Curiel como director de Infraestructuras e Innovación. Curiel ocupó ese cargo ocultando que, todavía en ese momento (y hasta el 24 de mayo de 2016), ejercía la presidencia de una sociedad en Panamá, tal como desveló OKDIARIO.

El nuevo concejal de Economía y Empleo del Ayuntamiento de Madrid, Miguel Ángel Redondo (Cs), ha decidido mantener al frente de Mercamadrid a David Chica y a todo el equipo directivo de la empresa municipal designado hace cuatro años por Podemos.

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