Rebelo de Sousa asegura para el centro-derecha la presidencia de Portugal
En Portugal la figura del presidente es mayormente ceremonial, pero sí que puede vestirse de un importante rol en algunos momentos, teniendo entre otros poderes el de disolver el parlamento y cesar al primer ministro.
Las encuestas tras las elecciones de este domingo 24 de enero se han confirmado en los recuentos oficiales, con una victoria para Rebelo de Sousa con un 52% de los votos: por encima del cincuenta por ciento de los votos se evitaría una segunda vuelta. En segunda posición figura su principal rival, el socialista Sampaio da Novoa, con un 23% de apoyo.
Rebelo de Sousa, periodista y antiguo líder de los Socialdemócratas (centro-derecha) ha venido prometiendo durante la campaña ser un presidente de consenso, en un momento en el que el gobierno socialista de Portugal se debate entre la dependencia de sus socios a la izquierda y la austeridad con recortes exigida desde Bruselas y prometida por Lisboa.
Rebelo de Sousa sucederá en el cargo a Anibal Cavavo Silva, también conservador y que vivió su momento más tumultuoso en el cargo cuando el pasado mes de octubre aseguró que sólo propuso formar gobierno a los socialistas, después de haber propuesto formar gobierno a un Passos Coelho sin los apoyos necesarios para la investidura, por la prohibición constitucional de convocar elecciones dentro de los últimos seis meses de su mandato.
Algunos partidos de izquierda han advertido de que Rebelo podría buscar un retorno a las políticas económicas de centro-derecha, pero el nuevo presidente ha mantenido el mencionado tono conciliador, asegurando que Portugal necesita “más justicia social junto a un mínimo equilibrio financiero”. La participación ha superado ligeramente el 50% en estas elecciones, cifra baja pero que mejora la última elección presidencial de 2011.
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