John Kerry denuncia en Bangladesh la presencia del Estado Islámico en el país asiático
El secretario de Estado estadounidense John Kerry ha asegurado este lunes estar convencido de que existen varios elementos del Estado Islámico “conectados” a operativos en Bangladesh, en una aseveración que llega después de que el pasado 1 de julio en un café de Daca, la capital del país bengalí, murieran 22 personas, la mayoría de ellas no musulmanas. El Estado Islámico reivindicó dicho ataque.
Estas declaraciones contradicen la postura del Gobierno de Seikh Hasina, quien responsabiliza de los ataques a grupos locales negando la participación de agentes extranjeros. Aquel ataque al café ha sido el más llamativo de una serie de incidentes entre los que se cuentan asesinatos de intelectuales ateos y gente de minorías sexuales y religiosas, aumentando la inestabilidad en una nación de mayoría musulmana.
Kerry ha asegurado que el Estado Islámico dispone de una amplia red de contactos alrededor del mundo, también en el sureste asiático. «Están conectados de alguna forma con los operativos aquí, y hemos dejado esto muy claro en nuestras conversaciones», ha dicho.
Sin embargo, mientras Kerry se dirigía a la Embajada estadounidense, el ministro de Interior, Asaduzzaman Khan, le ha desmentido. «Le he asegurado (a Kerry) que no hay terroristas ni milicianos extranjeros conectados con el Estado Islámico, pero sí milicianos locales», ha afirmado.
Mantener el apoyo de Occidente
El Gobierno de Bangladesh ha logrado mantener el apoyo de Occidente a pesar de la creciente preocupación sobre cómo está manejando la escalada de actividad miliciana en el país. La respuesta de seguridad de Bangladesh se ha visto influida por la parálisis política con la oposición islamista, que boicoteó las últimas elecciones generales y que el Gobierno sospecha que está vinculada con grupos locales de milicianos.
La Policía cree que el grupo Jamaat ul Muyaidín Bangladesh, un grupo que ha jurado su lealtad al Estado Islámico, está detrás de la organización del ataque a la cafetería.
Dos días antes de la visita de Kerry, las fuerzas de seguridad aseguraron que habían matado a tres milicianos, entre los que se encontraba el canadiense de origen bangladeshí Tamim Ahmed Chowdhury, acusado de ser el cabecilla del grupo.