Cómo secar jengibre fácilmente en el horno

Aunque hace algunos años el uso del jengibre no estaba demasiado extendido, hoy en día es un elemento muy común en el supermercado y, por supuesto, en nuestras cocinas. El jengibre es una raíz que se suele usar tanto en recetas como en remedios naturales, por lo que siempre será recomendable tener en casa tanto para darle sabor a un plato como para aliviar un malestar estomacal o preparar un té. Las opciones con el jengibre son muy variadas. Eso sí, para que no se te eche a perder, a pesar de que aguanta mucho tiempo, te recomendamos tener jengibre seco en casa. Pero, ¿cómo secar el jengibre? A continuación te explicamos con detalle cómo puedes secar un jengibre en casa fácilmente.

Podrás usar varias técnicas, tanto el secado al sol como en el horno o en un  de alimentos. Sólo necesitarás tener un poco de paciencia. En este caso vamos a usar la técnica del horno ya que es mucho más factible.

Pasos para secar el jengibre

1. Lo primero que tendrás que hacer será romper un pedazo pequeño de la raíz del jengibre que tengas en casa. Es la mejor forma de comprobar si el género está fresco. Si el jengibre se rompe con facilidad y no tiene muchas fibras, será fresco. Sin embargo, si es difícil de romper o tiene muchas fibras, el producto tendrá mucha humedad y será más difícil de secar.
2. Una vez roto, te recomendamos oler el jengibre para saber si tiene un aroma fuerte. Si el olor es muy sutil, probablemente no estará fresco, por lo que el sabor será más débil. Siempre será recomendable optar por un jengibre con buen olor.
3. Presiona ahora la cáscara con una uña para comprobar que sea delgada ya que así será más fácil de secar. Si la cáscara es demasiado gruesa, será más complicado de secar.
4. Enjuaga ahora los trozos que hayas cortado para secar con agua fría para eliminar los posibles restos de tierra.
5. Pela la cáscara. Lo ideal es hacerlo con un pelador de papas para que solo quede la parte más suave. Ten en cuenta que la cáscara tiene mal sabor y suele estar dura, por lo que es importante retirarla muy bien.
6. Corta ahora el jengibre en rodajas, con un grosor aproximado de 3 mm. Ten en cuenta que cuanto más delgados sean los trozos de jengibre, más rápido se secarán.
7. Coloca ahora todos los trozos encima de una bandeja de horno separados. Si se tocan, tardarán más en secarse. Te recomendamos colocar debajo de los trozos de jengibre un papel de horno para poder retirarlo con más facilidad una vez estén secos.
8. Hornea todos los trozos a 150º durante unas dos horas. Ten en cuenta que el horno debe tener una temperatura baja para evitar que se quemen, por lo que si tu horno es de los que suelen calentar mucho, baja aún más la temperatura y ve revisando cada 30 minutos.
9. Una vez secos, deja que se enfríe durante una hora. Asegúrate de que todos los trozos secos están fríos antes de guardarlos.
10. Guárdalos en un recipiente hermético y tendrás jengibre seco durante 6 meses.

Como ves, es un proceso bastante sencillo, así que no dejes pasar la oportunidad para hacerlo en tu cocina. ¡Te encantará!