Cómo afeitarse con navaja paso a paso
Antiguamente la navaja era el único método que había para afeitarse. Hoy en día se suelen utilizar cuchillas o maquinillas, pero lo cierto es que con la navaja queda mucho mejor. ¿Quieres saber cómo afeitarse con navaja paso a paso? Sigue leyendo y verás que es muy fácil hacerlo.
¿Por qué afeitarse con navaja?
Si te afeitas con navaja estarás contribuyendo al cuidado del medio ambiente, además de que te ahorrarás un buen dinero en cuchillas, maquinillas y diversos accesorios. Además, el filo de la navaja es más amplio y da un mayor control sobre la hoja.
Pasos para afeitarse con navaja
- Lo primero que tienes que hacer es preparar la navaja con un afilador, para que la hoja esté bien alineada y en las mejores condiciones para el afeitado.
- También debes preparar tu cara, y una de las claves es lavarla previamente con agua tibia o caliente. Esto hará que se abran los poros de la piel, lo cual permitirá que el afeitado sea más sencillo y eficaz.
- Extiende bien la crema de afeitar, puedes hacerlo con los dedos con una brocha. La espuma tiene que ser buena y no secarse, ya que de lo contrario la navaja no realizará un buen afeitado.
- Ya empezando con el afeitado, sujeta la navaja con la mano dominante, colocando el pulgar en la parte inferior de la espiga. Los dedos índice, medio y anular deben quedar en el lado opuesto de la espiga, es decir, en el superior. El mango debe quedar entre el anular y el meñique, de forma que éste último descanse sobre la espiga.
- Con la mano que tienes libre, estira la piel de forma tensa, lo más que puedas.
- Mantén la cuchilla en un ángulo de 30º al pasarla por la piel, o podrás cortarte. Ejerce poca presión y aplica un movimiento parejo en la dirección del crecimiento del pelo.
- Una vez terminada la primera pasada, enjuaga la navaja y dale una nueva mano de espuma. Afeita nuevamente, en esta ocasión en el sentido contrario a la dirección del crecimiento del pelo.
- Cuando hayas terminado con el afeitado, lava bien con agua tibia toda la zona y después enjuaga con agua fría, así se cerrarán los poros.
- Es recomendable que, al terminar, laves la navaja para eliminar la espuma y el vello. Sécala frotando con una toalla o un paño, procurando que no se quede ninguna fibra en la hoja.
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