La víctimas de ETA: «Es nauseabundo e hiriente que el párroco de Lemona piense que no fue terrorismo»
El párroco de Lemona, en Vizcaya, aparece en un documental afirmando que lo de ETA "no fue terrorismo sino la repuesta a la represión y una guerra entre bandos"
El documental ha sido estrenado esta semana en la Seminci, el Festival de Cine de Valladolid
Las víctimas de ETA han calificado este sábado de «nauseabundo e hiriente» que el párroco de Lemona, en Vizcaya, piense que ETA no practicó el terrorismo. Según el párroco de Lemona, lo que hizo ETA «no era terrorismo, sino la respuesta a una represión». Para el párroco de Lemona, ETA fue parte de una «guerra entre bandos».
Las declaraciones sobre ETA del párroco de Lemona aparecen en el documental «Bajo el silencio», de Iñaki Arteta, estrenado esta semana en la Seminci , el Festival de Cine de Valladolid. En el documental el párroco de Lemona justifica el terrorismo de ETA al afirmar directamente que «no fue terrorismo, sino la respuesta a una represión que se estaba sufriendo» y añade: «que es algo muy distinto al terrorismo». El párroco de Lemona habla de ETA como parte de una guerra entre bandos: «El que un pueblo oprimido, al que quieren conquistar, responda con violencia, no sé hasta qué punto es terrorismo. Todos entendemos que eso es una guerra entre bandos, entre una nación o contra otra nación».
En otra parte del documental, el párroco de Lemona vuelve a justificar el terrorismo de ETA. Le preguntan si lo de ETA «estuvo mal o no» y responde: «Una cosa es que estuviera mal y otra cosa es que pudieras admitir que no hubo otra forma de hacer. Cuando una persona ha hecho lo que ha hecho, se da cuenta de que, yo no he querido hacer esto, las circunstancias me han llevado a hacer eso».
Es más, reconoce que se alegró por la muerte de guardias civiles en Lemona en 1981 y que pensó -dice- que «se llevaban su merecido». Preguntado por aquel atentado de ETA en su localidad responde esto: «No sabías a qué atenerte; por una parte te alegras de que, bueno, su merecido se lleva, y, por otra parte estás diciendo, pero no está bien. Cuando hay muertes y tal, dices, hombre, a tanto no deberíamos llegar; pero, ¿dónde está el límite, no?», se pregunta el sacerdote, aunque no tiene clara la respuesta más allá de reconocer que se alegraba por la muerte de guardias civiles. Y añade: «Era mucho más fácil que salieras, pues protestando la muerte de un etarra, que protestando la muerte de un alguacil».
El párroco de Lemona cree que las pintadas en favor de ETA «son pocas», que la «opresión» al pueblo vasco «estuvo y está todavía» y que el «conflicto» no ha cesado: «Conflicto, había y hay, hay y existía y existe», dice. El párroco de Lemona cree que no es justo hablar solo de víctimas de ETA y se queja de que «no hablemos de víctimas cuando hablamos de los presos de ETA, que son víctimas de una política carcelaria, etcétera…».
«¿Cómo se debería recordar a las víctimas de ETA?», le preguntan en el documental al párroco de Lemona. Y el sacerdota duda y termina llamándolas «víctimas colaterales»: «¿Cómo se les debería recordar?», responde. «¿En qué sentido cómo se les debería recordar?. ¿Cómo mártires? ¿Cómo efectos colaterales?. ¿Cómo, como algo que no debía de haber ocurrido?. ¿Cómo el pecado, diríamos, de nuestro ser primario?. Es que no se, no se como recordarlos».
Nauseabundas
Las víctimas de ETA han reaccionado de inmediato. La asociación Dignidad y Justicia ha presentado una querella ante la Audiencia Nacional contra el párroco de la localidad vizcaína de Lemona por sus declaraciones sobre ETA, que consideran «nauseabundas y gravísimas».
La Fundación Fernando Buesa ha considerado este sábado que estas palabras del cura son «inaceptables y profundamente hirientes para las víctimas y la sociedad en su conjunto». El Colectivo de Víctimas de ETA del País Vasco, Covite, ha mostrado su malestar por las declaraciones del párroco de Lemona sobre ETA que, a su juicio, «retratan la justificación y el amparo a ETA que se ha hecho desde amplios sectores de la Iglesia en el País Vasco». COVITE recuerda que el párroco de Lemona «por desgracia, no ha sido el único cura vasco connivente con ETA», sino que «ha habido muchos más».
El Obispado de Bilbao ha pedido perdón, lamenta las declaraciones del párroco de Lemona sobre ETA y las ha considerado «inaceptables» sin aclarar qué tipo de medidas o sanciones le aplicará. Se limita a señalar que «tendrá que hacer frente a su responsabilidad y a las consecuencias, que de sus manifestaciones se deriven».
«Los obispos de las diócesis del País Vasco -aseguran- hemos condenado sin matices toda forma de terrorismo y violencia. Así mismo, hemos expresado en numerosas ocasiones que ninguna lectura histórica de lo sucedido en décadas precedentes justifica ni puede pretender explicar los asesinatos de ETA; la decisión de matar es responsabilidad de quienes recurrieron injustamente a la violencia», afirman. El párroco de Lemona ha mostrado, después, públicamente su «arrepentimiento» por su palabras y ha pedido perdón
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