Soraya Rodríguez: «El error de buscar el sorpasso marcará la carrera política de Iglesias»

Soraya Rodríguez (Valladolid, 1963) lleva vinculada al Partido Socialista desde los años 90. Más de veinte años después, como otros muchos compañeros de filas, ha decidido implicarse de lleno en la batalla por las primarias del PSOE. Laminada por el sanchismo al poco tiempo de su aterrizaje en Ferraz, la diputada socialista no disimula su preocupación por los riesgos que la vuelta del ex secretario general a la dirección del socialismo español implicaría para el proyecto. Recuerda, en una charla con OKDIARIO, que el Partido Socialista se enfrenta a una crisis sin precedentes en la actual etapa democrática, una guerra que puede poner en riesgo la propia viabilidad de un partido centenario. Rodríguez ha decidido hacer campaña por Susana Díaz y confía en que, si la presidenta andaluza logra la victoria, los socialistas no tardará mucho en volver a constituirse como la única alternativa viable al Partido Popular de Rajoy.

Pregunta.- Si la izquierda quiere volver a tener opciones de gobierno, dado que el centro-derecha parece imbatible, no es descabellado pensar que el PSOE tenga que pactar con el resto de partidos de izquierda, ¿usted cree que Susana llegará a pactar con Podemos?

Respuesta.- Sobre el tema de pactar con Podemos, se ha hecho un relato que no se corresponde con la realidad. El primer relato que se ha instalado es que había un gobierno alternativo entre el PSOE y Podemos después del 20D, y no es verdad. Nosotros no sumábamos mayoría. En ese momento, hubiéramos necesitado la concurrencia, no sólo de partidos nacionalistas con quienes el PSOE puede llegar a acuerdos, sino de un partido independentista (como es ERC) que ha dicho, por activa y por pasiva, que solo votaría la investidura de un presidente que se comprometiera a celebrar en Cataluña un referéndum, ilegal e inconstitucional, de autodeterminación. Esto es así. No había una mayoría.

P.- Pero yo me refería a la hipótesis de que sí tengan esa opción en el futuro…

R.- Primero hay que ver, si se da esa circunstancia, qué posibilidades de acuerdos hay. Y hay que ver con qué Podemos. El actual partido, el de Pablo Iglesias, su principal objetivo cuando consiguió un resultado electoral excelente, no era el que dice ahora cuando plantea una moción de censura para quitar el Gobierno a Rajoy. El país sí necesita que este PP se regenere en la oposición. Si ese hubiese sido su objetivo entonces, Mariano Rajoy no sería presidente porque se habría llegado a acuerdo con quien se podía (PSOE, Ciudadanos y Podemos). Pero ése no era su objetivo. Cuando el objetivo es quitar al PSOE y no al PP, cualquier elucubración que hagamos sobre cómo podemos encontrar un acuerdo para trabajar juntos es muy difícil. ¿Va a ser siempre así Podemos? Yo creo que no. Podemos está pagando ese pecado original, como le recordó Javier Fernández, la escena del crimen que quiere olvidar. Esa escena es vital. Aquel día en la investidura, Mariano Rajoy podía haber dejado de ser presidente. Hoy lo es por Pablo Iglesias, posiblemente no por todo Podemos.

P.- ¿Con Errejón sería más fácil?

R.- Indudablemente, en Podemos hay dos almas o más. Pero la estrategia de Pablo Iglesias era muy clara: entre quitar a Mariano Rajoy o quitar al Partido Socialista, optó por las segundas elecciones porque él estaba convencido de que iba a producirse el ‘sorpasso’. Se ha equivocado enormemente y esos errores marcarán la carrera política de Pablo Iglesias. Ahora quiere huir de ellos planteando, por ejemplo, una moción de censura para ver cómo puede hacer daño al PSOE. ¿Usted se cree que una moción de censura constructiva, en una situación como la que vive este país, la puede estar pensando en clave de cómo interferir en un proceso de primarias en el PSOE? No le cree nadie, no tiene votos, no ha hablado con nadie de un candidato o de un proyecto, y dice “da igual, hago una moción de censura ciudadana”. A mí me recuerda a algunos líderes, presidentes de América Latina, que dice que va a hacer una reforma constitucional, no con la asamblea legislativa, sino con una ciudadana. Hay que ser serios.

Está claro que lo que está haciendo Pablo Iglesias en estos momentos es una huida hacia delante para salir de una irrelevancia política y parlamentaria enorme. No está aportando nada, no está jugando en el Parlamento, no está siendo un elemento fundamental con un gobierno minoritario. Yo estoy convencida de que eso cambiará. Ahora hay que hablar de lo que tenemos: un Gobierno en minoría y un Parlamento donde podemos llegar a acuerdos las fuerzas políticas y conseguir cambios importantes. En las próximas elecciones, cuando el Partido Socialista tenga que enfrentarse a un proceso electoral, tiene que ser un partido mucho más fuerte internamente, con un proyecto claro y sólido, sin ninguna duda en temas fundamentales, con un discurso en toda España en los temas vitales y un líder fuerte. Con un buen líder, no se ganan elecciones; pero con un líder equivocado y un proyecto desenfocado, te puedes quedar con un 6% como en Francia.

P.- El martes, Susana Díaz va presentar su programa, ¿qué tiene que contener para que el PSOE vuelva a conectar con sus votantes?

R.- Tenemos que ser honestos con nuestras convicciones, no intentar parecernos a lo que no somos. Tenemos que ser muy valientes en este momento para hacer frente al populismo de izquierdas y a la extrema derecha. En estos momentos, debemos ser honestos con nuestros principios y con nuestro partido, que, como la socialdemocracia en general, lo está pasando mal. Tenemos que ser valientes. Susana es honesta y muy valiente, es lo que necesitamos.

P.- Yo le agradezco su tiempo y sobre todo que hable. Lo cierto es que, en el equipo de Sánchez, hablan más bien poco.

R.- Cuando la situación es difícil, hay que hablar más y dar la cara más. Hay que hablar y explicar aquello en lo que uno cree. Por eso le digo que es necesario mucha honestidad, no querernos parecer a otros por el rédito electoral. Somos lo que somos, lo que hemos sido. Y hay que cuidar el partido, cuando el partido está mal, no hay que ser desleal con el partido. Que nadie piense que se puede hacer un espacio político a costa del PSOE.