Sánchez se estampa en Extremadura: su candidata pierde y Gallardo seguirá al frente del PSOE regional
La operación de Ferraz para copar las baronías territoriales fracasa en Extremadura
Miguel Ángel Gallardo está imputado en el caso del hermano del presidente del Gobierno
Pedro Sánchez se ha dado un batacazo en Extremadura, donde los afiliados del PSOE han dado la espalda a su candidata, Esther Gutiérrez, en las primarias que ha celebrado el partido para elegir al secretario regional de los socialistas. El presidente de la Diputación de Badajoz y actual líder del PSOE en la región, Miguel Ángel Gallardo, pretendía ser retirado por Ferraz en su operación para colocar a dedo a nuevos barones elegidos por Pedro Sánchez. Estos movimientos incluyen a Pilar Alegría en Aragón y a María Jesús Montero en Andalucía.
Sin embargo, en Extremadura la intentona de Ferraz se ha quedado sólo en eso, en intento frustrado. Los afiliados del PSOE le han dado la espalda a la candidata de Pedro Sánchez y han dado su apoyo mayoritario a Miguel Ángel Gallardo que, paradójicamente, está imputado en el caso del hermano del presidente del Gobierno, David Sánchez Pérez-Castejón, por presuntos delitos relacionados con el puesto de trabajo que se le procuró en la Diputación de Badajoz (Extremadura).
La derrota de la candidata de Sánchez en estas primarias ha sido rotunda: sólo ha conseguido el apoyo del 36,2% de los 9.403 afiliados que han acudido a votar en estas primarias. El resultado del escrutinio hace todavía más severo el plantón que le han dado las bases del PSOE extremeño a las pretensiones de Pedro Sánchez.
El fracaso de la operación de Ferraz por controlar las baronías del partido al gusto personal del presidente del Gobierno es todavía más relevante si se tiene en cuenta que la de este sábado era la primera cita de las primarias que se van a celebrar para renovar las direcciones regionales del PSOE.
Gallardo ya ganó en marzo del año pasado otras primarias, en esa ocasión con el 56% de los votos frente a Lara Garlito, la candidata más próxima al ex presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.
El PSOE se encuentra inmerso en estos momentos en procesos de renovación de sus direcciones territoriales, los que tocan tras el congreso federal en el que Pedro Sánchez se blindó de nuevo como líder nacional del partido hace apenas mes y medio.
Acorralado por los casos de corrupción que afectan al Gobierno y que alcanzan también de lleno a su esposa y a su hermano –Begoña Gómez y David Sánchez–, el secretario general de los socialistas pretende dar una vuelta de tuerca más para afianzarse en el partido eliminando cualquier atisbo de voz crítica en las federaciones regionales. Con ese objetivo ha activado candidatos a su gusto para tomar el timón en el mapa regional del PSOE. La vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha sido la designada por Sánchez para tomar el control en Andalucía; la ministra portavoz Pilar Alegría, para hacerlo en Aragón; la ministra de Ciencia, Diana Morant, para afianzar el control del partido en la Comunidad Valenciana; y el ministro de Función Pública, Óscar López, para hacerlo en Castilla y León.