Sánchez centrará su campaña en Castilla y León para «cargar a Feijóo» el pacto de Mañueco con Vox

Castilla y León será una de las regiones más visitadas por Pedro Sánchez durante la campaña electoral del 28M, pese a que en esta comunidad sólo se celebran elecciones municipales, no autonómicas. El Gobierno de coalición del PP y Vox va a ser utilizado por el líder del PSOE para alentar el miedo a la entrada del partido de Santiago Abascal en ejecutivos autonómicos y ayuntamientos y cargar sobre Feijóo su «predilección por Vox». Aunque cuando el PP decidió gobernar conjuntamente con Vox el dirigente gallego no lideraba el partido.

Fuentes socialistas consultadas por OKDIARIO explican que avivar el miedo contra «la ultraderecha» volverá a ser uno de los ejes principales de esta campaña. Aunque ha quedado demostrado, en ocasiones anteriores, que no es una buena estrategia para ellos. En Madrid, por ejemplo, les llevó al peor resultado de la historia del PSOE en esta comunidad. «Hay un peligro real de despertarnos el lunes el 29 de mayo con la ultraderecha formando parte de varios gobiernos autonómicos y municipales de ciudades importantes de la mano del PP», manifiestan en la sala de máquinas del Partido Socialista.

Fuentes de Moncloa apuntan que «en la moción de censura quedó demostrado que el nuevo PP de Feijóo se siente muy cómodo con la ultraderecha de Vox». Por lo que «no dudarán ni un minuto en pactar con ellos allí donde puedan», si «con eso consiguen más poder». Lamentan que «antes, como mínimo, la dirección de Pablo Casado marcaba distancias». Y añaden que «ahora ni disimulan su cercanía». Los socialistas se empeñan así en trasladar una suerte de cercanía de Alberto Núñez Feijóo a Vox que el dirigente gallego siempre niega. De hecho el PSOE le pretende imputar el acuerdo en Castilla y León pese a que cuando Mañueco pactó con García-Gallardo el actual líder de los populares todavía no se había hecho con el control de Génova.

Escraches

En Moncloa y en Ferraz son conscientes de los riesgos que, tras lo ocurrido esta semana en Segovia y en Burgos, supone ir a Castilla y León. En ambas localidades, el lunes y el pasado miércoles, varios activistas del Frente Obrero boicotearon sendos mitines de Pedro Sánchez por su apoyo al Sáhara. Los socialistas creen que «hay que asumir ese riesgo» para poder llevar a cabo su estrategia del miedo contra el auge de «la ultraderecha» en España y su posible llegada al poder en otras administraciones.