Iglesias tiene sed de poder: dirige la estrategia de Belarra en la gran crisis entre el PSOE y Podemos
El ex vicepresidente Pablo Iglesias vuelve así a la primera línea politica, aunque desde atrás, marcando los pasos a su sucesora
PP, Vox y Cs piden la reprobación de la ministra Belarra por acusar al Supremo de «prevaricar»
Un correo y dos tuits de Belarra provocan el primer cuerpo a cuerpo entre Sánchez y Díaz
Pablo Iglesias se ha ido del Gobierno pero no de la política. Y es que entre bambalinas, el que fuera vicepresidente segundo sigue marcando la agenda y diseñando la estrategia del partido que fundó. Según ha podido saber OKDIARIO, Iglesias está detrás de la estrategia que defiende la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en la mayor de las crisis en el seno del Gobierno de coalición. Algo de lo que son conscientes en Moncloa y que genera preocupación. Tanta que, como ocurría cuando él era ministro, se han apresurado a alcanzar un acuerdo por miedo al pulso.
La sombra alargada del ex líder podemita nunca ha acabado de abandonar los despachos del poder. Aunque en la actualidad se dedica a pontificar desde las tertulias radiofónicas, el ex titular del departamento de Derechos Sociales y Agenda 2030 asesora también a su sustituta en el partido. Ahora es quien dirige la estrategia de Podemos en la crisis que viven los dos socios de Gobierno.
El retorno de Pablo Iglesias al backstage de la primera línea política obedece, básicamente, a que su designación de Yolanda Díaz como relevo y posible candidata a las elecciones generales no le ha salido como quería. El ex vicepresidente creía que podría tutelar a la ministra de Trabajo pero no ha sido así. La gallega, con un marcado perfil propio, apenas habla con Iglesias y mucho menos sigue sus directrices.
A todo ello cabe sumar el malestar que ha provocado en el ex líder de Podemos el movimiento que Díaz está haciendo para crear su propio espacio político sin ataduras. Aunque la vicepresidenta no es militante del partido que Iglesias fundó, cuando abandonó La Moncloa la situó como cabeza de cartel de la coalición de Unidas Podemos. Una decisión que generó un profundo malestar entre los principales dirigentes morados.
La independencia con la que actúa la vicepresidenta segunda es la que habría motivado a Iglesias a volver sigilosamente a la primera línea política para ponerse detrás de las decisiones de Ione Belarra. De ahí que, tras unos meses de calma en el seno del Gobierno, donde las tensiones se resolvían internamente y en silencio, el viernes todo saltase por los aires por un tuit de la secretaria general. Era un deja vù de cuando el líder era él.
Las mismas fuentes que sostienen que el ex vicepresidente es el que está tras las últimas decisiones de Belarra apuntan también a que la relación entre Pablo Iglesias y el que fuera la mano derecha de Pedro Sánchez, su ex jefe de gabinete, Iván Redondo, es muy buena. Ambos mantienen una interlocución permanente para analizar la situación y compartir ideas. El asesor político, desde su salida del Gobierno, vaticina una pérdida de apoyos por parte de Sánchez por su izquierda.
La solución
Tras el incendio de este pasado fin de semana, que ha servido a Podemos para copar el foco mediático y marcar perfil propio, Iglesias defendió que su partido debe ceder protagonismo al PSOE en la negociación de la reforma laboral. Dice que es lo que quieren. Y la fórmula que han encontrado PSOE y Podemos para desencallar la crisis. Y él, que en la foto de los ERTE en plena pandemia obligó a cambiar todo el protocolo para figurar en la instantánea pese a que no le tocaba, de eso sabe un rato. Como politólogo opina que aún compartiendo el protagonismo, la clase trabajadora atribuirá el éxito de la derogación de la reforma laboral a Podemos.