Junqueras exige la foto con Sánchez para pactar el apoyo de ERC a los Presupuestos

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Oriol Junqueras y Pedro Sánchez
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • BARCELONA
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Este viernes finaliza el plazo para la presentación de enmiendas a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado. Y uno de los principales socios de Pedro Sánchez, Esquerra Republicana, se inclina por presentar la suya para añadir presión al PSOE en la negociación presupuestaria. Unas conversaciones que se tendrán que entablar de forma inminente y que el presidente de ERC, el indultado Oriol Junqueras, quiere liderar junto a Sánchez. El condenado por sedición exigirá al presidente del Gobierno el mismo trato que le dispensó el año pasado al líder del PNV, Andoni Ortuzar.

Y es que la forma de funcionar de ERC en la actualidad es muy parecida a la de los nacionalistas vascos. Por primera vez, los republicanos ostentan la presidencia de la Generalitat. El líder de la formación -que está inhabilitado- no es el presidente, pero Junqueras quiere hacer valer su cargo para obligar a Sánchez a pasar por el aro. Quiere recibirle para negociar conjuntamente el posible apoyo de ERC a las cuentas de 2023, que -avisan los catalanes- «será caro y tendrá que sudarlo más que nunca». Y es que a pocas horas para el cierre de ese plazo de enmiendas, en la sede de la calle Calabria de Barcelona, la sensación es de que están «muy lejos de negociar y aún más de aprobarlos».

Oriol Junqueras es el principal defensor de la enmienda a la totalidad. Una posición que comparten la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y la número cuatro del partido, Marta Vilalta. También varios diputados y senadores se decantan por ello. En el lado contrario se encuentra el president, Pere Aragonés, que pide dar «un margen de confianza» a Sánchez para facilitar así el posible voto a favor del PSC a sus presupuestos autonómicos. Aunque el propio presidente de ERC, Junqueras, ya dejó claro, semanas atrás, que no iban a negociar nada con «los que celebraron nuestro encarcelamiento». El ex vicepresidente catalán es el más duro contra sus socios y, por ahora, sus tesis se están imponiendo. Él es partidario de marcar distancias con el PSOE e incluso, tal como avanzó OKDIARIO, propiciar un acercamiento al PP.

A diferencia de otras ocasiones, este año, es la misma dirección de Esquerra Republicana la que marca los ritmos de la negociación: el mismo Junqueras. De hecho, y tal como explicó también este periódico, el político condenado por su papel en el referéndum ilegal del 1 de octubre ha apartado al portavoz Gabriel Rufián de la interlocución directa con Ferraz y Moncloa. Porque quiere ser él quien lleve la voz cantante, obligando, así, a que los principales dirigentes socialistas y del Gobierno tengan que dialogar con una persona inhabilitada para ejercer cargo público.

Exigencias

Más allá de la exigencia de sentarse frente a frente, durante esa negociación, las exigencias de ERC para dar su apoyo a los Presupuestos son «muy altas» según fuentes socialistas. «Son cosas difíciles de asumir para nosotros», subrayan en Moncloa. Y es que los separatistas piden cambios en la Ley de Vivienda, de tal forma que no ponga en riesgo la propia ley catalana recurrida al Tribunal Constitucional, y una reforma del delito de sedición a la carta que permita el retorno de los fugados como la número dos del partido Marta Rovira y deje sin efectos la inhabilitación de Junqueras para que pueda volver a ser candidato en unas elecciones autonómicas que se vaticinan cercanas.

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