Aragonés desafía a Junqueras: se queda solo en ERC defendiendo negociar los Presupuestos con Sánchez
Los diputados y senadores y la mayoría de la dirección apuestan por tumbar las cuentas en el debate de enmiendas a la totalidad
Junqueras deja en ridículo a Illa: rechaza los votos que el PSC le iba a regalar para aprobar los Presupuestos
Tensión en Esquerra Republicana por la decisión que deben adoptar respecto a los Presupuestos Generales del Estado. Sobre la mesa, la dirección, tiene la opción de registrar antes de este viernes una enmienda a la totalidad a las cuentas de Pedro Sánchez. Una decisión que podría tumbar los últimos Presupuestos de la legislatura y que cuenta con el apoyo de gran parte de la dirección y los diputados y senadores. Únicamente Pere Aragonés, presidente de la Generalitat, rechaza esta posición. Y se está enfrentando a Oriol Junqueras, que opta por dar carpetazo a las cuentas, para «dar margen» a Sánchez en la negociación.
Aragonés quiere «dar una oportunidad» al PSOE para asegurarse, así, que el PSC le convalida sus propios Presupuestos. Aunque Esquerra Republicana, tal como afirmó su líder Junqueras, no quiere negociar nada con los que «aplaudieron nuestro encarcelamiento». Con únicamente 33 de los 135 escaños del Parlament, tras la ruptura del Govern por parte de Junts per Catalunya y la negativa de la CUP a seguir dando estabilidad a su gabinete, los votos socialistas son imprescindibles para que el presidente catalán pueda aprobar las cuentas de 2023. De no lograrlo, con tres años de legislatura por delante, su presidencia estaría sentenciada de muerte. Y todos los sondeos que se están publicando dan a Salvador Illa como ganador con ventaja.
El viernes finaliza el plazo del que disponen los grupos parlamentarios para presentar una enmienda a la totalidad a los números de María Jesús Montero. Y a última hora de este martes, según fuentes de Esquerra, «todavía no hay una decisión tomada». Aunque pese a la negativa de Pere Aragonés a ir por esa dirección, mayoritariamente, la voluntad es la de presentarla. «Que suden sangre» espetaba ayer por los pasillos del Senado un diputado republicano presente en el cara a cara entre el presidente y el jefe de la oposición Alberto Núñez Feijóo. La sensación es que Esquerra quiere «apretar las tuercas» a los socialistas como han venido haciendo en los últimos años. Como hará el PNV. Haciendo pagar al PSOE el precio más caro de la historia por su hipotético apoyo.
Pero con la decisión de enmendar las cuentas o no sin tomar, algo que en las próximas horas -y apunta a que apurarán- deberá tomar la dirección de ERC, fuentes del partido que preside Junqueras consultadas por OKDIARIO señalan que «estamos muy lejos de negociarlas y aún mucho más lejos de aprobarlas». En esa frase hay mucho de advertencia, amenaza y voluntad de ejercer presión sobre el principal partido que sustenta al Gobierno para obligarles a ceder en alguna de sus pretensiones. Aunque dos de las condiciones que los separatistas han puesto sobre la mesa, y que consideran líneas rojas para sentarse a hablar con los socialistas, aseguran en Moncloa que son «inasumibles» para ellos. Se trata de la reforma del delito de sedición en los términos que plantean los catalanes, facilitando así el retorno de los fugados y que Oriol Junqueras pueda volver a ser candidato, y cambiar el texto de la Ley de Vivienda -como también reclama Podemos-.