El Ministerio de Ciencia gasta 15.000 € en un informe que acusa a los científicos de machistas
El Ministerio de Ciencia e Innovación ha firmado un contrato menor para financiar el informe Estudio sobre la situación de las jóvenes investigadoras en España. Las conclusiones aseguran que hay machismo en las universidades y en los laboratorios de toda España. En el documento, de tan sólo 77 páginas, se apunta a que existen estereotipos de género y casos de acoso sexual que obstaculizan la carrera de las investigadoras mujeres.
Tal y como ha podido comprobar OKDIARIO, la Subsecretaría de Ciencia e Innovación, cuando aún estaba Pedro Duque al frente del Ministerio, desarrolló este encargo a través de un contrato menor por un total de 14.999 euros. Es decir, sin un concurso abierto al que cualquier persona pueda presentar su oferta. Únicamente se invitó a tres licitadores y se eligió la propuesta más económica.
El objeto del contrato tiene por título: «Contrato menor para la realización de un estudio sobre la situación de las jóvenes investigadoras en España, incluyendo un análisis del impacto de la pandemia en su carrera». Esta adjudicación ha contado con el impulso del nuevo Observatorio Mujeres, Ciencia e Innovación que se ha creado en el mencionado ministerio tras la llegada del PSOE al Gobierno. Las investigadoras que firman el informe proceden de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Barcelona.
En el apartado de conclusiones admiten que «España es uno de los países a la cabeza de la UE en políticas públicas para la igualdad de género efectiva, también en los ámbitos de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación». Reconocen que «en los últimos trece años se ha avanzado mucho en términos de normativa». «Sin embargo, todavía existe espacio para la mejora, especialmente en lo que a igualdad efectiva y a acabar con las desigualdades de género en ciencia se refiere», contraponen.
«Redes masculinizadas»
«Las razones detrás de esta brecha son múltiples y complejas. Existen problemas de sesgos y estereotipos de género, discriminaciones, y en ocasiones, redes de poder masculinizadas, todavía arraigadas en la comunidad académica y científica», reprochan.
Para elaborar el estudio se ha encuestado, según dicen, a 5.606 personas, el 61% de las mismas, mujeres. Además, se desarrollaron seis grupos focales que profundizaron en temas como «atracción y retención del talento; desarrollo de la carrera investigadora; criterios de evaluación; conciliación de la vida personal, familiar y laboral; acoso sexual y acoso por razón de sexo; e impacto de la Covid-19 en la ciencia y en la actividad científica».
Según el estudio, los estereotipos de género en ciencia influyen todavía en la elección de estudios de niñas y jóvenes en carreras de ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas. Además, el documento denuncia «sesgos de género detrás de las desigualdades entre mujeres y hombres en la investigación, se producen en la valoración, la financiación y la contratación». Asimismo, la conciliación es otro de los obstáculos fundamentales de la carrera científica e influye de manera determinante en la retención del talento femenino.
Las respuestas al cuestionario desvelan que las investigadoras tienen niveles menores de satisfacción que sus compañeros con respecto a la carrera investigadora, sin que influyan las variables de edad o del número de menores a cargo.
Preguntados sobre si ven posible alcanzar una cátedra o un puesto de profesorado de investigación, los hombres contestaron con más frecuencia que las mujeres que “lo ven probable”, mientras que ellas contestan que “lo ven casi imposible” en mayor proporción que ellos. Consideran que existe «un techo de cristal». Sólo entre el 20% y el 30% de las investigadoras llegan a lo más alto en el escalón de la carrera investigadora. Lo mismo sucede en los puestos de toma de decisiones, aseguran. El curriculum de ellas no se valora igual, salen perjudicadas.
«Sexismo y acoso»
Aseguran que las mujeres encuestadas detectan problemas en relación a remuneraciones no equiparables, clima laboral hostil, conductas sexistas, visibilidad de los logros científicos, presión social por escalar posiciones y dificultad para promocionar. Por el contrario, los hombres interrogados aseguran que estos temas perjudicaban a ellos y a ellas por igual.
Por otra parte, sostienen la existencia de casos de acoso. Un 14% de las mujeres manifiesta haberlo sufrido. Por el contrario, se indica que los hombres no detectan estos casos. La edad aumenta la probabilidad de contestar que han sufrido este tipo de acoso. Las mujeres de más de 35 años tenían mayor probabilidad de indicar que lo habían sufrido en primera persona.
Por último, el informe recoge varias recomendaciones. Entre otras: «Atraer a las niñas a la ciencia y rompiendo estereotipos; visibilizar a referentes femeninas; eliminar las situaciones que dificultan el desarrollo de la carrera científica; establecer criterios de evaluación libres de sesgos; garantizar un entorno de trabajo igualitario, diverso e inclusivo; promover la conciliación a través de la corresponsabilidad institucional; así como garantizar una respuesta de tolerancia cero frente al acoso sexual y acoso por razón de género».