María José Catalá, secretaria general del PP en la Comunidad Valenciana, pide al presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, «que se ocupe de una vez de los valencianos, se centre en bajar los impuestos y crear empleo y siga la política de Madrid en vez de criticarla». En un entrevista al programa Hoy Responde, María José Catalá, número dos del PP valenciano, se compromete a seguir en Valencia «la senda de Ayuso en cuanto el PP vuelva a la Generalitat y Carlos Mazón sea presidente». «Nosotros lo hablamos -dice- con los empresarios valencianos y ellos quieren para Valencia la política de Madrid porque Ayuso se está llevando inversión y talento y está creando empleo».
Para Catalá, con sus críticas a los madrileños, Puig trata de desviar la atención sobre su nefasta gestión al frente de la comunidad: «Puig simplemente no sabe hacer Valencia más atractiva para la inversión y estamos perdiendo muchas oportunidades. Somos la comunidad con los impuestos más altos junto a Cataluña, Asturias y Aragón».
Catalá hace un balance nefasto de la gestión de los 6 años de gobierno de Puig, con los nacionalistas de Compromís y la extrema izquierda de Podemos: «100.000 personas viven en riesgo de extrema pobreza y aún no han sabido hacerles llegar el Ingreso Mínimo Vital que prometieron hace un año al iniciarse la pandemia, que es la misma Renta Básica de Inserción que ya había aprobado anteriormente el PP». Por no hablar del «colapso sanitario» de la Comunidad: «Despidieron por whatsapp a 3.000 sanitarios en plena pandemia, los ambulatorios y hospitales están desbordados con 6.000 urgencias diarias, vamos a la cola de España en test de antígenos y PCRs y aún están vacunando a las personas de 20 a 29 años mientras en Murcia, por ejemplo, ya están con los de 12 años». Por no recordar -añade- los hospitales de campaña que se volaban con el viento durante la primera ola del covid, mientras Madrid construía el Zendal.
María José Catalá denuncia que, mientras Puig y sus socios de Compromís y Podemos suben los impuestos a los valencianos, «ellos riegan con millones y millones de euros en subvenciones a entidades pancatalanistas que tratan de implantar en Valencia el proyecto separatista de los Països Catalans» promovido por los independentistas catalanes. «Puig trata de disimular, como Mónica Oltra, porque aquí ese tema es poco popular, pero la cabra tira al monte. Puig es un pancatalanista que preside un gobierno, no nacionalista, sino separatista y sectario que riega de millones en subvenciones a entidades independentistas catalanas mientras sube los impuestos a todos los valencianos».
El hermanísimo de Puig
María José Catalá cree que Ximo Puig debería dimitir por las millonarias subvenciones fraudulentas concedidas a las empresas de su hermano Francis, imputado junto al director general de Política Lingüística de la Generalitat valenciana, el también pancatalanista Rubén Trenzanos. «Es un escándalo. Las empresas del hermano de Puig han recibido subvenciones por casi dos millones de euros de cuatro consellerías del gobierno y de la propia presidencia. Las han conseguido duplicando facturas, nóminas, Seguridad Social… y las han pedido por los mismos conceptos, además, a Cataluña y Aragón, lo cual es ilegal. La trama de empresas del hermano de Ximo Puig llevaba tres años en pérdidas. Desde que Puig es presidente han incrementado sus ingresos en un 300%». Francis Puig, además, lleva recibiendo subvenciones de la Generalitat de Cataluña desde los tiempos de Jordi Pujol hasta los del propio Carles Puigdemont.
Recordamos con María José Catalá los tiempos en que Ximo Puig, siendo alcalde de Morella, ya otorgaba ayudas a la empresa de su hermano, organizaba encuentros con Esquerra Republicana de Cataluña en la localidad castellonense e invitaba a Josep Lluis Carod-Rovira, como hacía Joan Baldoví siendo alcalde de Sueca y tantos otros dirigentes locales de Compromís y del propio PSOE.
El marido abusador de Mónica Oltra
«Mónica Oltra llega tarde a dimitir. Debería estar directamente inhabilitada para la política». María José Catalá lo tiene claro en el caso del marido de la vicepresidenta de Puig, condenado por abusar de una menor en un centro de tutela de menores de la Generalitat donde trabajaba mientras Oltra era la consellera responsable: «Mónica Oltra se enteró de que su marido abusaba de la menor y puso a toda la administración a trabajar para desacreditar a la niña. La sentencia dice que la administración fue hostil contra la niña en vez de protegerla. Oltra encubrió y protegió a su marido, que entonces lo era, para atacar a la niña y salvar su carrera política. Debería estar inhabilitada para cualquier cargo público».
Le preguntamos: «¿Dónde están las feministas del PSOE, de Compromís y de Podemos porque ni la propia Mónica Oltra ha llamado a la niña para pedirle perdón?». María José Catalá responde: «Están calladas. No he escuchado a ninguna feminista de la izquierda salir en defensa de esta niña que, siendo una menor tutelada, sufrió los abusos del marido de Mónica Oltra». En una entrevista a OKDIARIO, la niña, como su abogado, denunciaron que Oltra puso trabas a la investigación para que le diera tiempo a separarse de su marido y evitar que le salpicara políticamente antes de que saltara el caso a la prensa. «La verdadera heroína es esta niña que, con toda la administración en su contra, ha conseguido que su verdad saliera a la luz en el juzgado», dice María José Catalá.
Ribó, el «machista» que trabaja sólo por las mañanas
María José Catalá es también la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Valencia, que preside Joan Ribó, compañero en Compromís de Mónica Oltra y Joan Baldoví. «Es un machista», dice, recordando el día en que Ribó, en uno de esos maratonianos plenos que duran horas y horas, trató de burlarse de ella y desacreditarla por salir, de vez en cuando, a estirar las piernas estando embarazada de seis meses. «Una mujer embarazada jamás debería verse obligada a dar una explicación así», dice Catalá. Y recuerda, también, el día en el que Joan Ribó le retiró la palabra en otro pleno, le apagó el micro y le soltó: «Eso me lo explica usted después tomando una copa».
Es la forma habitual -despótica, burlona, maleducada- de proceder del alcalde separatista de Valencia. «Está acomplejado frente a Rita Barberá. Sabe que nunca será como ella, ni le dedicará el tiempo que Rita le dedicaba a Valencia. De hecho solo trabaja hasta las dos». «¡¿Cómo?!», insistimos asombrados. «Sí, sí. A las dos coge la bicicleta y se va del ayuntamiento y ya no vuelve. Bueno… cogía la bicicleta porque ahora ya va en coche oficial. Tampoco tiene agenda los fines de semana». Es, para María José Catalá, la Valencia «en decadencia y sucia» después de seis años de gobierno de Joan Ribó con los socialistas y gracias a los socialistas.
Como último ejemplo de su nefasta gestión, mostramos en Hoy Responde la piscina municipal de Benimámet que, después de tres años de retrasos, el ayuntamiento la ha acabado este verano y en la que caben 20 personas, 12 con el covid. Benimámet tiene 15.000 habitantes. «Así despilfarran el dinero de los valencianos», dice María José Catalá.
No más corrupción
Las encuestas indican que, a día de hoy, el PP recuperaría la ciudad de Valencia y el gobierno de la Generalitat. Catalá sería la alcaldesa y Carlos Mazón el presidente de la comunidad. «¿Se comprometen ustedes a que no haya un sólo caso de corrupción como los que les llevaron a la oposición?», preguntamos a la número dos del PP valenciano. María José Catalá es rotunda en ese compromiso contra la corrupción, pero recuerda también que «a día de hoy, más de una veintena de dirigentes del PP valenciano que han sufrido ataques y acusaciones gravísimas durante años, arruinando sus carreras políticas y personales, han quedado exonerados o absueltos».
«Si alguien nuestro mete la mano en el cazo deberá irse -afirma- pero defenderemos la presunción de inocencia de nuestros compañeros hasta haber una sentencia. La izquierda trata de ganar en los tribunales lo que las urnas no le dan con los votos».