Llevan a los inmigrantes a un aparthotel de Canarias con «la pulsera del todo incluido: piscina y comida»
El vídeo que acompaña a esta noticia muestra cómo un grupo de inmigrantes ilegales son trasladados en autobús para alojarlos en un aparthotel de Canarias. Mientras se acomodan en sus asientos, el conductor de la guagua bromea, como si se tratara de los clientes de un resort de lujo (en realidad, lo son): «Muy importante la pulsera para el hotel. Todo incluido: piscina, comida y todo».
Los pasajeros de la guagua portan la bolsas de la Cruz Roja que se les entrega al llegar a la isla, con algunos alimentos, ropa y artículos de higiene personal. Entre ellos no hay mujeres ni niños malnutridos. Sólo varones en edad militar.
El aparthotel Arguineguín Park, en el que el Gobierno ha alojado a estos inmigrantes ilegales, cuenta con tres piscinas, 263 apartamentos y unas impresionantes vistas sobre la playa de Lomo Galeón. Cada apartamento está equipado con aire acondicionado, televisión con pantalla plana, terraza, salón con sofá, cocina, lavavajillas, microondas, nevera, hervidor de agua, cafetera y secador de pelo, según informa la web del establecimiento.
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que dirige el socialista José Luis Escrivá, ha alojado durante las últimas semanas a más de 6.000 inmigrantes ilegales en distintos complejos hoteleros de Canarias. Hoteles que apenas han albergado a turistas durante el pasado verano debido a la crisis del coronavirus.
Desde el pasado mes de octubre, más de 11.000 inmigrantes ilegales han llegado en Canarias en pateras. Tan sólo entre el 28 de septiembre y el 27 de octubre fueron rescatadas de las aguas 5.300 personas. El muelle de Arguineguín, en Gran Canaria, ha llegado a acoger a 1.400 personas acomodadas en tiendas de campaña por la Cruz Roja y el Ministerio de Inclusión.
El Gobierno impidió que el presidente nacional del PP, Pablo Casado, llegara al muelle de Arguineguín durante su reciente visita a Canarias, para evitar que mostrara este panorama de crisis humanitaria. Durante su visita, Casado acusó al presidente Pedro Sánchez de haber provocado un «efecto llamada» de la inmigración ilegal y le advirtió públicamente: «No puede pretender hacer de Canarias la Lampedusa y la Lesbos de España».
El ministro Escrivá explicó el pasado 7 de octubre en el Congreso de los Diputados que su departamento negocia para disponer 380 viviendas del Sareb, el banco malo, para alojar a otros 1.800 sin papeles.
Por su parte, el Ministerio de Defensa que dirige Margarita Robles ha ofrecido tres instalaciones militares para alojar a estos inmigrantes ilegales: el cuartel de Las Canteras, en la isla de Tenerife; unas instalaciones en Barranco Seco, en Las Palmas de Gran Canaria; y un pabellón de El Matorral, en Fuerteventura. Este último pabellón fue utilizado como Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) hace 15 años, pero luego cayó en desuso.
La alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, ha acusado al ministro Marlaska de pretender convertir Canarias en «una cárcel», como ha informado este diario.
Estos inmigrantes han cruzado desiertos y montañas muy muy lejanas para llegar a España. Quizá vienen de Nigeria, donde el grupo islamista Boko Haram ha asesinado a más de 30.000 personas desde 2004 y ha provocado un éxodo de dos millones de personas, según un organismo denominado Centro de Monitoreo de Desplazados Internos (IDMC, por sus siglas en inglés).
Tampoco hay que descartar que huyan de Sudán del Sur, donde la guerra civil ha provocado ya 385.000 víctimas mortales. El acuerdo de paz firmado en octubre de 2018 no ha servido para apaciguar la situación y dos millones y medio de personas han huido del país. Algunos se han instalado en campamentos en Uganda y probablemente otros intentan llegar a Europa recorriendo miles de kilómetros y cruzando el mar.
Quizá huyen de Somalia, donde el grupo yihadista Al Shabbaab asesinó el 15 de octubre de 2017 a 300 personas y dejó heridas a otras 300, en un atentado con camiones bomba contra el Hotel Safari, en Mogadiscio, y contra un mercado, en el que murieron varios vendedores ambulantes. Más recientemente, Al Shabbaab ha cometido varios atentados brutales en Kenia.
El caso es que han pagado a una mafia de tráfico de personas (entre 600 y 3.000 euros por pasajero) y se han subido a una patera. Y al llegar a Canarias, les hemos metido en un hotel de lujo. En este caso, el aparthotel Arguineguín Park, en Las Palmas de Gran Canaria.