Los hijos de Javier de la Rosa declaran por un delito de blanqueo en connivencia con Oleguer Pujol
Los hermanos Javier y Gabriela de la Rosa, hijos del empresario catalán Javier de la Rosa, declararán este miércoles en la Audiencia Nacional por un delito de blanqueo relacionado con una operación de compraventa de 1.152 sucursales del Banco Santander en la que participaron en 2007 junto con Oleguer Pujol.
Los De la Rosa comparecerán ante el juez, junto a los empresarios también imputados José María Villalonga padre e hijo, un día antes de que lo haga el hijo menor del ex presidente catalán Jordi Pujol.
El magistrado José de la Mata les preguntará por el supuesto ocultamiento de las comisiones de 11,5 millones de euros que cobraron por una operación de compraventa de 1.152 sucursales del Banco Santander en el año 2007, que se cerró por 2.330 millones de euros.
Según el magistrado, Oleguer Pujol y el resto de imputados se sirvieron «de estructuras societarias radicadas en terceros países» para ocultar el dinero y también usaron para ese fin sucesivos contratos de asesoría celebrados entre numerosas empresas, un mecanismo con el que intentaron justificar los pagos y conseguir así engañar a Hacienda.
A través de una compleja operativa, las comisiones se camuflaron con contratos de asesoría entre la empresa Sun Capital, que recibió los 11,5 millones de comisiones de manos de Samos (la empresa que adquirió las oficinas), y dos sociedades holandesas controladas por otra radicada en las Islas Vírgenes Británicas: Ard Choille, vinculada a Oleguer Pujol, y Marway, relacionada con los hermanos De la Rosa y con los Villalonga.
Según el juez, Ard Choille recibió 6,8 millones de euros de Sun Capital, mientras que Marway percibió otros 5,5 millones, dinero que luego pasó, en el primer caso, a la empresa de Islas Vírgenes Aegle Internacional, de Oleguer Pujol y su exsocio Luis Iglesias, y, en el segundo, a las sociedades del mismo paraíso fiscal Barcem y Davenport Trading, de Gabriela de la Rosa y de José María Villalonga padre.
En el caso de Barcem, que luego pasó a ser de Javier de la Rosa hijo, sus acciones estaban custodiadas por Mossfon Trust, del despacho panameño Mossak Fonseca, y abrió en 2008 una cuenta en Guernsey (Islas del Canal) en la que depositó 2,2 millones, para luego transferir 2,1 millones a una entidad Suiza.
A raíz de la petición de imputación en este caso, Javier de la Rosa reconoció haber cobrado 2,6 millones como pago de sus servicios profesionales en la operación de compraventa de las oficinas, pero añadió que está al corriente de sus obligaciones fiscales.
De la Rosa, «empresario modelo»
Javier de la Rosa padre, que se negó a comparecer ante la comisión de investigación del caso Pujol en el Parlament catalán, llegó a ser definido como «empresario modelo» por el ex presidente Jordi Pujol y ha ingresado en prisión en tres ocasiones por sendos casos de corrupción, entre ellos el del Grand Tibidabo.
En cuanto a José María Villalonga padre e hijo, el juez destaca que ambos actuaron como representantes legales del Santander cuando recibieron las comisiones. Villalonga padre tenía además una relación laboral con el banco y con su filial BANIF en 2007, a pesar de lo cual ejerció como intermediario en la operación de compraventa de las oficinas por cuenta de terceros.