Para el Gobierno las ocurrencias del PSOE son por un «golpe de calor» y pide que «se ponga a trabajar»

Iñigo Méndez de Vigo en un desayuno informativo
Iñigo Méndez de Vigo en un desayuno informativo

El Gobierno de Mariano Rajoy considera errónea la nueva estrategia de los socialistas que consiste en plantear un diálogo alternativo al del Ejecutivo con las fuerzas independentistas para frenar el «choque de trenes» antes del 1-o.

El portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo, les ha invitado a sumarse al diálogo abierto y no ha permitido que los socialistas se anoten el tanto de frenar el órdago separatista tras meses de trabajo del Ejecutivo.

El ministro confió este miércoles en que las recientes declaraciones de dirigentes del PSOE sobre el conflicto en el aeropuerto de El Prat o la situación de Venezuela se deban a «un golpe de calor», por lo que pidió a los socialistas que «se pongan a trabajar en serio».

Méndez de Vigo, ante los medios, aludió a las manifestaciones que en días pasados han efectuado cargos del Partido Socialista sobre si Madrid podría ser una nación, «la Guardia Civil eran unos esquiroles» o que lo que sucede en Venezuela es «una exageración». Manifestaciones que el ministro, desde la ironía, espera que «sean sólo un golpe de calor».

Más allá de las polémicas que tales afirmaciones hayan podido crear, el portavoz del Gobierno ha apelado al papel del PSOE para trabajar «en serio» frente al desafío independentista del referéndum del 1 de octubre. Porque el PSOE, ha añadido, es un partido asentado en el «respeto a la legalidad constitucional». «Actuemos juntos», pidió el ministro.

El también ministro de Educación, Cultura y Deporte ha pedido al PSOE que concrete qué quiere reformar de la Constitución, ya que pronunciarse «en abstracto» sobre ello «no conduce a nada». Y además, debido a las mayorías parlamentarias que exige una reforma constitucional, embarcarse en un proceso así sin saber si las hay, resulta, según sus palabras, «demasiado aventurado».

El Gobierno no tiene nada claro que haya suficiente consenso para abrir el ‘melón’ de la reforma constitucional el próximo año. Los socialistas todavía tienen que aclarar sus dudas sobre su propio concepto: la plurinacionalidad. El ministro dijo que el Gobierno escuchará la propuesta del PSOE con atención, pero ha recordado que en España las reformas constitucionales siguen «mecanismos rígidos». A su entender, «pronunciarse sobre la reforma constitucional en abstracto no conduce a nada».

Pide el Gobierno al PSOE, por tanto, que concrete qué quiere reformar, ya que si por ejemplo se trata de cambiar los títulos I o II de la Carta Magna, se requeriría una mayoría cualificada en el Parlamento, disolver las Cortes, celebrar un referéndum, convocar unas nuevas Cortes Generales y volver a concitar otra mayoría cualificada.

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