Persecución al castellano

Los espías del catalán crean una web para denunciar a profesores que hablen español en la universidad

S'ha Acabat
Revientan la carpa de 'S'ha acabat!' en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Pelayo Barro

Además de las acciones violentas contra organizaciones constitucionalistas, como el ataque a la carpa de S’ha Acabat!, el separatismo también se lanza a la delación de docentes castellanoparlantes. Plataformas radicales separatistas vinculadas a la CUP han puesto en marcha una web a través de la que los estudiantes universitarios puedan señalar y denunciar a aquellos profesores que hablen en castellano a sus alumnos. No sólo se circunscribe a Cataluña, sino que incluye también a centros de la Comunidad Valenciana o Baleares. Campañas similares ya se dieron en los colegios catalanes.

Tras la iniciativa se encuentra la Plataforma per la Llengua, la Federación Nacional de Estudiantes de Cataluña (FNEC) y el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC), este último vinculado a la CUP. Entre las tres organizaciones han creado esta web de delaciones que busca imponer a golpe de miedo entre los docentes el uso del catalán.

A través de esa página web, los impulsores de la campaña buscan hacer llegar «las denuncias a través de un sencillo formulario que los pondrá en contacto con el servicio de quejas de la campaña y con el de su universidad».

Tras introducir sus datos personales y su correo electrónico, el usuario puede elegir su comunidad autónoma en un menú desplegable, en el que figuran Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares. En cada uno de esos territorios figura la lista de universidades. De ahí se pasa a otro formulario en el que se puede precisar más el tipo de queja o supuesto agravio sufrido, e incluye un espacio de comentario libre para exponer la denuncia. Ahí es donde se puede señalar, con nombres y apellidos, a los docentes que utilicen el castellano.

«El servicio redirigirá a los estudiantes a una dirección concreta de su universidad para asegurar que sigan el procedimiento establecido por cada institución. Además, Plataforma per la Llengua se hará cargo del tratamiento de los datos para hacer un seguimiento de la evolución de las vulneraciones y analizar la situación global. Cada cuatrimestre, las organizaciones impulsoras publicarán un informe de los resultados», advierten los impulsores de la iniciativa.

Se podrá denunciar también a aquellos centros en los que haya una «falta de oferta educativa» en catalán. Es decir, donde los catalanoparlantes, aunque fuesen minoría, no estén recibiendo su formación en catalán.

Algunas de estas organizaciones, como el caso de Plataforma per la Llengua, llevó su espionaje a los castellanoparlantes hasta el patio de los colegios. En una iniciativa permitida por el entonces Gobierno de Quim Torra, se envió a espías a los patios de los colegios para comprobar quién hablaba castellano y quien catalán entre los docentes. Con los resultados se elaboraban informes periódicos.

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