Mas se va pero con prebendas vitalicias: 110.000€ de sueldo, oficina y coche oficial
El ex presidente de la Generalitat, Artur Mas, conservará su sueldo de 111.668 euros brutos anuales al seguir manteniendo su estatus de antiguo jefe del Govern y a pesar de renunciar este martes como presidente del PDeCAT. Este sueldo es 30.000 euros superior al que recibe actualmente el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Estos privilegios se deben al Estatuto de President que aprobó el ex presidente Jordi Pujol en 2003, que incluye el tratamiento como «Molt Honorable». Además de esta importante remuneración, Mas sigue teniendo derecho a otros privilegios: una oficina con tres personas, coche oficial con chófer y seguridad. Esta misma oficina cuenta con un presupuesto propio.
Una vez cumpla los 65 años de edad, Artur Mas tendrá derecho a una pensión vitalicia del 60% del salario que perciba el presidente de la Generalitat en ese momento, aproximadamente de 90.000 euros.
La oficina al que tiene derecho el ex presidente del Govern cuenta con presupuestos propios. Según informa el portal Sueldos Públicos, esta misma oficina gastó en 2016 41.723 euros. De esta cifra, 29.881 fueron a aspectos de seguridad, otros 7.710 euros correspondieron a gastos de viaje, otros 3.309 euros en concepto de acciones protocolarias y, por último, 290 euros en otros gastos (transportes, manutención del personal de oficina, etc).
Comparado con otras oficinas de otros ex presidentes, Artur Mas gastó más que José Montilla y que Pasqual Maragall. Montilla tuvo un gasto de 32.337 euros en 2016, mientras que Maragall destinó35.420 euros durante el mismo ejercicio.
Artur Mas anunció este martes su renuncia a la presidencia del PDeCAT en una rueda de prensa, señalando que esta decisión había sido acordada con la ejecutiva del partido desde el año pasado.
Sin embargo, en un documento al que tuvo acceso OKDIARIO, las razones esgrimidas fueron el calendario judicial al que se enfrentará en los próximos meses y al éxito de la lista de Carles Puigdemont en las recientes elecciones del 21-D.
Mas fue uno de los dirigentes que empezó el desafío separatista al Estado de derecho y, por ello, tendrá que lidiar con dos frentes judiciales importantes. El primero es el de la organización y celebración del 9-N, por el cual debe hacer frente junto con Joana Ortega y Irene Rigau a un pago de más de 5 millones de euros por el coste de la consulta ilegal.
El segundo es una futura citación en el Tribunal Supremo, ante el juez Pablo Llarena, para dar explicaciones como investigado por sedición, rebelión y malversación de fondos.