Repsol da por perdidos 352 millones en Venezuela y frena en México en plena ofensiva de López Obrador

Aumenta el agujero de Repsol en Venezuela. La petrolera española ha multiplicado por cuatro las provisiones en 2021 en el país hispanoamericano, hasta los 352 millones de euros -75 millones en 2020- después de que hayan empeorado las posibilidades de recuperar los préstamos a la petrolera pública nacional, Pdvsa, y las inversiones realizadas en el país. Repsol, que ha vuelto a beneficios, reconoce «el deterioro del entorno de los negocios en Venezuela» y da por perdidos ya 223 millones de euros de préstamos a Pdvsa y otros 129 millones en inversiones en proyectos conjuntos con la petrolera nacional venezolana. En total, 352 millones, cifra a la que ha llegado con el apoyo también de una firma independiente.

El problema se ha agravado en 2021 porque Venezuela no ha pagado su deuda con barriles de petróleo, como acordaron ambas partes a partir de 2019. Desde ese año, el país que preside Nicolás Maduro entregaba crudo a Repsol y reducía la deuda, lo que provocó las amenazas de Estados Unidos sobre la imposición de sanciones a la petrolera española por operar en este país. Amenazas que han sido superadas por Repsol, que continúa operando en el país «cumpliendo todas las normas internacionales», señalan.

El resultado de todo esto es que Venezuela es uno de los países riesgo para la petrolera española, donde tiene una exposición a cierre de 2021 de 298 millones de euros -320 millones en 2020-. La presencia de la compañía en este país ha ido cayendo: en 2016 era de 2.273 millones; un año después, en diciembre de 2017, ya era de 1.480 millones; en 2018 se redujo a 456 millones y en 2019, a los 239 millones.

México

Mientras aumenta el riesgo de Repsol en el país y crecen las provisiones, la petrolera continúa con sus planes de transformación hacia una eléctrica renovable y sostenible. Además de vender sus gasolineras en Italia, Repsol ha frenado su expansión en México, donde su presidente, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha iniciado una nueva campaña de insultos y acoso a las empresas españolas que han invertido en este país, entre ellas Repsol.

La petrolera que preside Antoni Brufau abrió su primera gasolinera en México en febrero de 2018 con la intención de convertir a este país en uno de sus principales mercados. La expansión iba a ser rápida y la previsión era alcanzar las 400 estaciones de servicio a finales de 2019. La realidad a cierre de 2021 es bien distinta. Según los datos publicados por Repsol, la petrolera ha cerrado el año con 264 gasolineras, apenas nueve más que un año antes.

Lo que sí mantiene la operadora en el país es su actividad de exploración en pozos del país en busca de petróleo, frenando la expansión de su negocio de comercialización de carburantes. López Obrador acusó a Repsol – y a otras empresas españolas- de saquear México con anteriores presidentes. Oficialmente, no hay reacción a las palabras de López Obrador.