Qué es ser mujer en España
Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y aspirante a ser la primera mujer presidente de España, no tiene claro qué es ser una. ¿Por qué la política gallega no respondió a la pregunta de Santiago Abascal en el debate de candidatos? ¿Por qué no quiso definir qué es una mujer?
Han sido muchos los hombres que le han contestado estos últimos días pero permítame, señora vicepresidente segunda, de mujer a mujer, explicarle no qué es una mujer -la Ciencia, la Real Academia Española y la derecha lo tienen claro-; sino qué es ser una mujer a día de hoy en España. Quizás así entendamos por qué no contestó al líder de Vox ante la atenta mirada de su compañero de filas socialista y de 4 millones de españoles.
Desde que ustedes llegaron a Moncloa, ser mujer en España es ver cómo un hombre que se autopercibe de sexo femenino entra en nuestros vestuarios, compite con mejores marcas en el deporte y accede a las plazas públicas reservadas para nosotras. O peor, es comprobar cómo un violador se cambia de sexo en el Registro e ingresa en nuestras cárceles, mientras fuera, siguen aumentando los delitos sexuales contra nosotras.
Ser mujer en España es entrar en el consejo de administración de una empresa o en el de Ministros sin tener claro si lo logramos por nuestra valía o por la cuota que ustedes impusieron. De hecho, ser mujer en España significa tener hasta un 10% menos de posibilidades de encontrar trabajo, las mismas que cuando ustedes asumieron el mando. Y no lo digo yo, lo dice la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística.
Ser mujer en nuestra Patria supone estar en 2 de cada 10 ocasiones en riesgo de pobreza pues, según el informe AROPE (del inglés, At-Risk-Of Poverty and Exclusion), más de un 21% de féminas en nuestra Nación puede caer en exclusión social. De hecho, en términos generales, el porcentaje de brecha de género ha aumentado en casi un 3% tan sólo en los dos últimos años. Sí, con ustedes en el poder y habiendo superado ya la pandemia.
Quizás porque sus leyes nos han desdibujado, desprotegido y empobrecido, usted, Yolanda, ya no se atreve a explicar qué somos. Porque jamás un Gobierno de izquierdas había logrado tanta desigualdad y enfrentamiento entre hombres y mujeres. ¿Acaso cree que haber criminalizado a los varones acabando con su habeas corpus nos ha ayudado a nosotras o a nuestras hijas? Los más de 573 millones de dinero público destinados a su chiringuito de Igualdad no han servido para nada.
Como ve, señora Díaz, en esto de definir a la mujer no se puede quedar en tablas, sólo cabe aplicar el sentido común. Y usted y su Gobierno han antepuesto la ideología a la biología. Pero estoy segura de que ser mujer en España volverá a ser algo bonito -tendremos más de 1,3 hijos por cabeza, accederemos a más empleo y sólo a puestos de dirección si de verdad así lo merecemos, y volveremos a casa sin tener que confirmar a nuestra madre o amiga que llegamos sanas y salvas porque un gobierno decidió soltar a la calle a agresores sexuales condenados-. Desde luego, ser mujer en España volverá a ser un poco más como antes y menos como ahora, y seguro que muy diferente a lo que usted con sus camisas blancas de lazos de sufragista ha osado vender a las españolas.