La mansión más exclusiva y cara de Mallorca que redefine el lujo en Baleares
El inmueble representa una fusión perfecta entre innovación y tradición.
Su estética evoca movimiento, ligereza y modernidad.


Mallorca siempre ha sido un imán para los grandes patrimonios internacionales, pero pocas propiedades logran elevarse al nivel de Villa Solitaire, la residencia más cara a la venta en las Islas Baleares. Con un precio de 39,5 millones de euros, ha sido diseñada por el aclamado arquitecto milanés Matteo Thun.
El inmueble representa una fusión perfecta entre innovación y tradición. Inspirada en la silueta de las velas que flotan sobre el mar, su estética evoca movimiento, ligereza y modernidad.
Dimensiones que impresionan y seducen
Uno de los grandes atractivos de Villa Solitaire son sus cifras. Ubicada en una parcela de 4.250 m2, la residencia ofrece una superficie construida de 2.300 m2, rodeada de más de 2.000 m2 de terrazas panorámicas.
Además, la propiedad dispone de siete dormitorios y seis baños, acompañados de dos piscinas exteriores que refuerzan la sensación de amplitud y lujo. Cada rincón ha sido diseñado para maximizar la luz natural y las vistas, algo fundamental en una isla donde el sol y el mar son protagonistas. Gracias a su orientación sur, los espacios interiores se inundan de luminosidad durante todo el día, creando una atmósfera cálida y envolvente que conecta el interior con el Mediterráneo.
Un diseño distribuido en cuatro niveles de lujo
La villa se organiza en cuatro plantas conectadas por un ascensor panorámico de cristal. En primer lugar, la planta baja acoge los grandes salones con fachadas acristaladas que se abren hacia la bahía de Palma, integrando las zonas de comedor formal e informal mediante una chimenea central. Aquí, la cocina principal, junto con una secundaria y la bodega, garantizan funcionalidad en cenas íntimas o celebraciones.
En la primera planta se ubican los dormitorios, mientras que en la azotea, el inmueble sorprende con un cine al aire libre y un jacuzzi. Finalmente, el sótano se convierte en un espacio de bienestar integral, con gimnasio, spa, sauna, baño turco, jardín zen e incluso una galería privada de videoarte. Además, dispone de seis plazas de aparcamiento y un área de servicio independiente para el personal.
Son Vida: el Beverly Hills mallorquín
Hablar de Villa Solitaire es hablar también de Son Vida, la urbanización más exclusiva de Mallorca. Conocida como el “Beverly Hills de la isla”, ofrece privacidad y seguridad en un enclave privilegiado, a tan solo cinco minutos del centro histórico de Palma y a quince del aeropuerto internacional. Su ubicación en una ladera proporciona vistas incomparables de la bahía, la catedral y el puerto deportivo.
El entorno está dotado de infraestructuras que refuerzan su exclusividad: tres campos de golf de primer nivel (Son Vida, Son Muntaner y Son Quint), hoteles de cinco estrellas como el Castillo Hotel Son Vida y el Sheraton Arabella Golf, además de restaurantes Michelin, colegios internacionales y marinas repletas de yates.