El interés por Bitcoin y las criptomonedas se desploma en 2018
El interés mundial por la criptomoneda más famosa, bitcoin, ha caído fuertemente en los últimos meses al son de la propia cotización de la moneda digital, que se ha devaluado casi un 60% desde que alcanzó máximos históricos en el mes de diciembre.
Y es que el número de búsquedas en Google en los últimos doce meses no deja lugar a dudas. Y no sólo se ha desplomado el de Bitcoin, sino también el de sus competidoras más directas como Ripple o Ethereum, que vieron cómo su popularidad se disparaba con la caída de la cotización de Bitcoin pero volvieron a caer en la irrelevancia.
Aun así, Bitcoin sigue en boca de todos, incluso de los más poderosos. El miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) y presidente del Comité de pagos e infraestructuras del mercado del Banco de Pagos Internacionales, Benoit Coeuré, aseguró hace unos días que las monedas virtuales son una «pobre imitación» del dinero, aunque elogió la tecnología blockchain subyacente a estos activos.
Además, los ministros de Justicia de la Unión Europea adoptaron el pasado viernes en Bruselas una posición común sobre la directiva para combatir el fraude a través de métodos de pago virtuales como las criptomonedas.
Se trata de una nueva propuesta que busca actualizar la legislación comunitaria en materia de ciberseguridad a través de un marco legal «claro, robusto y tecnológicamente legal» que proteja los pagos en línea y ponga freno a la financiación de grupos criminales.
Las criptomonedas (en inglés crytocurrency) son monedas digitales que se utilizan para realizar intercambios. A diferencia de las divisas tradicionales, no existe un banco central que las regule, sino que funcionan de forma totalmente descentralizada.
Sus defensores aseguran que son una forma de “escapar” del control de los grandes poderes financieros y de “democratizar” la economía dado que no existe ningún tipo de intermediario al realizar la transacción. Las monedas se guardan en un “monedero digital” que, a partir de una serie de códigos, buscan transmitir seguridad a sus poseedores.
Tanto Bitcoin como el resto de criptomonedas nacieron como respuesta a la manipulación monetaria que llevan a cabo los bancos centrales de todo el planeta (como el Banco Central Europeo o la Reserva Federal) con la ayuda de las grandes entidades bancarias.
Por ese motivo, Hacienda tiene muy complicado, por no decir imposible, tener constancia de que alguien posee criptomonedas. Gracias a la tecnología blockchain, el anonimato está garantizado. Sin embargo, en cuanto se haga alguna compra con bitcoins de cierta entidad o se venda monedas y el dinero pase a una cuenta bancaria ese patrimonio quedará a disposición de la Agencia Tributaria.
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