El huracán Harvey azota a las empresas petroleras y hunde los precios del ‘oro negro’
El huracán Harvey ha azotado con fuerza a las empresas petroleras de Estados Unidos: Shell, Exxon Mobil, Philips 66 y Valero han cerrado algunas de sus plantas o paralizado sus producciones en Houston (Texas), como consecuencia de las graves inundaciones que está sufriendo el país. Ya suman doce y la última en añadirse a la lista es la mayor refinería del país, Motiva, que ha cerrado su planta ubicada en Port Arthur, la cual produce 603.000 barriles diarios de petróleo.
La tormenta ha salpicado a la producción petrolera de la zona, que se ha reducido en un 22%, según los analistas. Una cifra que podría ascender hasta el 30% de la capacidad de refinación de EEUU, según la firma de consultoría de inversiones en energía Tudor, Pickering, Holt & Co. Las cifras crecen para los analistas del consenso de Bloomberg con el paso de ‘Harvey’: elevan el bloqueo de la producción de crudo en 2,35 millones de barriles diarios con el paso de Harvey. Algunos expertos del sector sostienen que se han perdido más de 3 millones de barriles.
«Son unas lluvias de proporciones bíblicas justo sobre el centro de la industria de refino», mantiene John Auers, vicepresidente ejecutivo de la consultora Turner, Mason & Co.
El precio del ‘oro negro’ sigue cayendo
Pero, la tormenta no solo ha arrasado con la producción, sino también el precio del ‘oro negro’: el pasado viernes, Harvey llegaba a Texas y el barril de referencia en Estados Unidos, precisamente llamado West Texas Intermediate, ha cerrado cinco días después -este miércoles- con una caída del 1,03% hasta los 45,96 dólares el barril.
La cotización del barril de Texas ha registrado durante estas sesiones caídas de hasta el 3%, arrastrando a su fiel competidor, el barril de Brent, de referencia en Europa: desde el pasado viernes, su precio ha caído desde los 52,41 hasta los 50,79 dólares, precio con el que ha abierto este jueves. Este miércoles se dejaba en Bolsa más del 2%, aunque parece que está recuperando poco a poco a medida que avanza la jornada.
Sin embargo, los analistas consultados sostienen que se trata de una situación temporal: “siempre echamos la vista atrás y vemos el histórico para saber lo que ocurre con sucesos catastróficos. Los precios se vuelven volátiles a corto plazo, pero después todo vuelve a su cauce”, apunta el analista de XTB Álvaro Giménez-Cuenca.
En cuanto a la producción, no creen que vaya a haber un aumento de las importaciones por parte de Europa. Estados Unidos no se apoyará en el Viejo Continente para aumentar su producción: “las reservas son lo suficientemente fuertes con para suplir cualquier reducción de la producción en un momento determinado. La situación será temporal: las refinerías que dejen de funcionar y sus reparaciones pertinentes serán rápidas”, asegura el analista de ATL-Capital Álvaro Blasco. “No tendrá incidencia a medio plazo, ya que hay reservas para cuando se producen situaciones de este tipo”, añade.
Las pérdidas pueden rozar los 50.000 millones de dólares
Los economistas, que aún están realizando los cálculos preliminares, elevan los costes económicos entre 30.000 millones y 50.000 millones de dólares. Las cifras son aún provisionales y por tanto, menores que las registradas por el huracán Katrina en 2005, que dejó una factura de de 176.000 millones de dólares, o el Sandy en 2012 de 75.000 millones de dólares.
JP Morgan, por su parte, ha cifrado las pérdidas materiales de las empresas aseguradoras en 20.000 millones de dólares. «Nuestra mejor estimación en este momento es que Harvey podría resultar en entre 10.000 y 20.000 millones de dólares de pérdidas aseguradas por la industria, convirtiéndolo en uno de los 10 huracanes más costosos que ha golpeado Estados Unidos», ha dicho la analista de JPMorgan Sarah DeWitt.