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Hacienda está pagando un dineral por hacer esta reforma en tu casa: el chollazo del siglo

Las deducciones de IRPF que puedes aplicar por determinadas reformas en casa

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Casa en reformas.
Blanca Espada

La eficiencia energética se ha convertido en un tema crucial para quienes buscan reducir el consumo energético y, al mismo tiempo, cuidar el medio ambiente. Pero mejorar la eficiencia energética en nuestra vivienda no sólo implica tener mayor conciencia medioambiental sino también un ahorro significativo en las facturas de energía. Y en este sentido, reformas en los hogares, como el cambio de ventanas, aislamiento térmico o la instalación de sistemas de calefacción más eficientes, son claves para alcanzar estos objetivos. Pero, además del beneficio ambiental y económico en el coste de suministros, la reforma destinada a mejorar la eficiencia energética puede acogerse a deducciones fiscales en el marco de las leyes vigentes en España.

Es importante destacar que tanto la Ley 10/2022, de 14 de junio, como el Real Decreto-Ley 8/2023, han introducido medidas para fomentar la reforma energética en las viviendas. Estas normativas ofrecen deducciones en el IRPF para las obras que contribuyan a mejorar la eficiencia energética de las viviendas, ya sea reduciendo el consumo de energía o mejorando la calificación energética. Los plazos de solicitud de estas deducciones se han ampliado hasta el 31 de diciembre de 2024, y las obras deben realizarse en viviendas de uso residencial, ya sea de propiedad o destinadas a arrendamiento, siempre que se alquilen antes del 31 de diciembre de 2025.  A continuación, exploraremos las diferentes deducciones fiscales disponibles para quienes decidan emprender obras de mejora de la eficiencia energética en sus viviendas, poniendo especial énfasis en las deducciones aplicables al cambio de ventanas.

Hacienda está pagando por hacer esta reforma

Existen tres tipos principales de deducciones en el IRPF que los propietarios de viviendas pueden solicitar si realiza una reforma de mejora de la eficiencia energética. Estas deducciones varían según el tipo de mejora y el grado de eficiencia que se logre tras la reforma.

Deducción del 20% por reducción de la demanda de calefacción y refrigeración

Esta deducción es aplicable a las obras que logren una reducción de al menos el 7% en la demanda de calefacción y refrigeración de la vivienda. Para poder acogerse a esta deducción, es necesario que se certifique esta reducción mediante un certificado de eficiencia energética emitido por un técnico competente, tanto antes como después de la obra. Este tipo de deducción es particularmente relevante en el caso del cambio de ventanas, ya que la instalación de ventanas más eficientes puede reducir significativamente la necesidad de calefacción en invierno y de aire acondicionado en verano.

Deducción del 40% por reducción del consumo de energía primaria no renovable

La segunda deducción aplicable es del 40% y está dirigida a aquellas obras que logren una reducción de al menos el 30% en el consumo de energía primaria no renovable. Alternativamente, también se puede acceder a esta deducción si la reforma consigue mejorar la calificación energética de la vivienda, alcanzando una clase energética «A» o «B». Este tipo de mejoras puede incluir no solo el cambio de ventanas, sino también la instalación de sistemas de calefacción más eficientes o la mejora del aislamiento térmico.

Deducción del 60% por rehabilitación energética en edificios

La tercera y mayor deducción disponible es del 60% y se aplica a obras de rehabilitación energética que afecten a edificios completos, no sólo a viviendas individuales. Esta deducción está pensada para comunidades de vecinos que deciden acometer reformas conjuntas en edificios de uso residencial, como el cambio de ventanas, mejora de fachadas o sistemas de climatización centralizados. Para poder acogerse a esta deducción, al igual que en los otros casos, es necesario contar con un certificado de eficiencia energética emitido por un técnico.

El cambio de ventanas como clave en la mejora de la eficiencia energética

Una de las reformas más comunes para mejorar la eficiencia energética de una vivienda es el cambio de ventanas. Las ventanas antiguas suelen ser un punto débil en el aislamiento térmico de las viviendas, permitiendo que el calor se escape en invierno y que el calor entre en verano. Al sustituirlas por ventanas con un mejor aislamiento, como las de doble o triple acristalamiento, se puede reducir notablemente la demanda de calefacción y refrigeración. Además, el cambio de ventanas es una de las obras que pueden acogerse a las deducciones fiscales mencionadas, especialmente la del 20% por reducción de la demanda de energía.

Requisitos para la deducción por cambio de ventanas

Para poder beneficiarse de la deducción del 20% en el cambio de ventanas, es necesario cumplir una serie de requisitos. En primer lugar, la obra debe realizarse en una vivienda de propiedad del contribuyente, ubicada en un edificio de uso residencial y que no esté destinada a actividades económicas. Además, es imprescindible que la reforma consiga una reducción de al menos el 7% en la demanda de calefacción y refrigeración, lo cual debe certificarse mediante un informe energético emitido antes y después de la obra. Por último, las obras deben realizarse dentro del período establecido, entre el 6 de octubre de 2021 y el 31 de diciembre de 2024, y la deducción no puede superar los 5.000 euros anuales, con un límite acumulado de 15.000 euros en varios años.

Beneficios adicionales de mejorar la eficiencia energética en el hogar

Además de las deducciones fiscales, mejorar la eficiencia energética en la vivienda tiene numerosos beneficios a largo plazo. La reducción del consumo energético no sólo se refleja en un menor gasto en las facturas de luz y gas, sino que también contribuye a mejorar el confort en el hogar. Un mejor aislamiento térmico, ya sea mediante el cambio de ventanas o la mejora de las paredes y techos, permite mantener una temperatura constante en el interior de la vivienda durante todo el año, sin depender tanto de sistemas de calefacción o aire acondicionado.

En definitiva, la mejora de la eficiencia energética en viviendas es una inversión inteligente que no solo aporta ahorro económico, sino que también contribuye al bienestar ambiental. Las deducciones fiscales disponibles hasta el 31 de diciembre de 2024 facilitan que los propietarios se animen a realizar reformas orientadas a la eficiencia energética. Cambiar las ventanas, mejorar el aislamiento y adoptar sistemas más eficientes son algunas de las acciones que pueden transformar un hogar en un espacio más sostenible, eficiente y confortable.

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