Europa obliga a 35 multinacionales a devolver 700 millones de ayudas ilegales en Bélgica
Margrethe Vestager, comisaria responsable de velar por la competencia europea ya lo anunciaba a finales de año: su objetivo pasaba por seguir enfrentándose contra grandes empresas como, entre otros, Google, Gazprom, MasterCard, Qualcomm o Disney, que se beneficiaran de prácticas monopolísticas o fiscales reprobables.
Este lunes, Bruselas ha puesto su foco en la práctica extendida en Bélgica que evitaba el pago de entre el 50% y el 90% de los impuestos de multitud de empresas.
Durante la última década, bajo el lema de «only in Belgium», esta forma de ayudas públicas ilegales han perdonado 700 millones de euros a 35 empresas. Las autoridades belgas tienen el mandato claro de recuperar esa cuantía a las arcas públicas. Es el final de unas investigaciones que arrancaban en febrero de 2015.
Aunque la decisión presentada este lunes afecta a 35 sociedades no reveladas, podrían ser más. La prensa belga ya apunta a algunas sospechosas y podría ascender a 60 firmas.
Lo que sí ha confirmado la Comisión es que la mitad son empresas de origen europeo que habían evitado pagar 500 millones de euros en impuestos. El gobierno belga ahora tendrá que determinar qué empresas obtuvieron esas exenciones fiscales excesivas y cómo reintegrarán esas cuantías.
El ministro belga de finanzas Johan Van Overtveldt ya ha mostrado su valoración: confirma que esperaba este anuncio y en este momento “no descartamos ninguna opción, incluso recurrir la decisión”. Confirma además que continuarán trabajando en “estrecho contacto con las autoridades europeas competentes en el transcurso de las semanas”.
Más investigaciones en curso
Las pesquisas no han terminado. Bruselas continuará sus investigaciones sobre regulaciones fiscales sospechosas, por ejemplo, de Apple en Irlanda o Amazon y McDonald’s en Luxemburgo.
Con estas fórmulas de ingeniería fiscal, los países atraían grandes empresas a su territorio. En el mes de octubre la comisaria que sustituyó al español Joaquín Almunia ya reveló los casos de Starbucks en Holanda y Fiat en Luxemburgo.
La política danesa ha remarcado que “Bélgica ha ofrecido numerosas y sustanciales ventajas fiscales a empresas, normas que infringen las normas de la UE”. De esta forma “se coloca en desventaja a los pequeños actores no multinacionales”.
Ha respondido también a las críticas en torno a que solo se lucha contra empresas americanas, “no es verdad, son empresas a las que se les da privilegios que les permiten ser más fuertes en el mercado siendo ya de por sí muy fuertes en comparación con una empresa no integradas en grupos”.
Dándole la vuelta a lo comúnmente aceptado, para la comisaria europea un paraíso fiscal es aquel donde todo el mundo sí paga lo que debe. Algo que por el momento, según ha afirmado, en efecto no existe en la UE actual. Vestager seguirá trabajando incansablemente con “paciencia de acero”. Nuevos anuncios se están preparando pero, asegura, “no se puede acelerar el calendario”.