Un día VIP más en TEFAF para las transacciones millonarias de coleccionistas de arte vestidos de Nike y Hermès
Las compras en TEFAF de Maastricht han sido más exclusivas que nunca este 2018. En la pasada edición sólo había un día VIP para que los coleccionistas, ahora vestidos con zapatillas Nike combinadas con bolsos de Hermès, pasearan por la feria de arte más importante del sector y decidieran qué obras se iban a llevar a casa dejándose cifras millonarias. La política de la cita, este año liderada por el nuevo director Nanne Dekking, ha sido la de abrir el día 8 y 9 de marzo únicamente a los invitados, un día más de lo usual. Del jet privado a la fiesta de inauguración y así, de paso, evitar el postureo de muchos de los 75.000 asistentes que van a la cita a poner sus fotos en Instagram.
Hasta el próximo 18 de marzo The European Fine Art Fair (TEFAF) de Maastrich estará abierta al público, miles de personas irán de un lado a otro admirando (o no) más de 7.000 años de Historia del Arte. Pero allí, si me lo permiten, se va a algo más que a mirar y admirar. Allí también se va a comprar, pues las galerías del arte, los artistas o los marchantes no viven de ‘mirones’, viven de los coleccionistas e inversores privados.
El comité de organización de TEFAF lo sabe (o lo ha sabido ver) y ha ampliado los días VIP para que los compradores e interesados en comprar arte puedan pasear sin marabuntas por los pasillos de la feria y escoger sin prisa qué piezas añadirán a sus colecciones.
TEFAF se está profesionalizando y está mirando detalladamente a las prestigiosas organizaciones que tiene alrededor para seguir creciendo y conformar una marca internacional inundada de notoriedad. Es el ejemplo de Frieze, ésta tiene eventos de arte en Nueva York o Londres, así como una revista o una academia del arte. O Art Basel que hace ferias en Hong Kong, Miami o Suiza.
La internacionalización y el prestigio suponen dos imanes sin igual para los miles de coleccionistas que bajan de sus jets privados en el aeropuerto de Maastricht Aachen y están dispuestos a rubricar transacciones de millones de euros para conseguir la obra que necesitan para dar coherencia (o no, pueden comprar sin más) a su colección.
Por ello, el comité de organización ha inaugurado la feria con dos días VIP para coleccionistas, pues a diferencia de otros años solo tenían 24 horas para explorar holgadamente las piezas disponibles. Las puertas se abrieron el 10 de marzo, pero solo habrá ocho días de apertura al público en lugar de los nueve días tradicionales.
Dekking comentó que se tomó esta decisión por la queja de muchos de los galeristas de TEFAF, pues decían (y razón no les falta) que la feria se había inundado de turistas que querían la foto y figurar. Es decir, el clásico postureo que va directamente a Instagram.
En la última edición de ARCO, pude comprobar con mis propios ojos y escuchar con mis orejas las quejas de la conocida galerista Juana de Aizpuru cuando los visitantes le pedían fotografías. “No estoy aquí para fotos, estoy trabajando”, comentaba la mujer llamativa de cabellos rojizos con cara de pocos amigos.
Dekking explicó entonces que, efectivamente, era verdad, “está demasiado abarrotada, en la noche de apertura los verdaderos compradores quieren tener espacio para correr de un stand a otro para asegurarse que pueden comprar algo”.
Además, se preocupan por los galeristas que están comenzando en el sector y los apoyan con el programa TEFAF Showcase. Cada edición se hace una elección de cinco galerías internacionales a los que dan la oportunidad de meterse en el circuito comercial, hermético en muchas ocasiones, del mundo de las ferias del arte.
Son galerías con pocos años de vida consideradas de interés para los compradores. Este 2018 los elegidos han sido Galerie Le Beau, Cortesi Gallery, Charles-Wesley Hourdè, Librairie Camile Sourget y Kallos Gallery.
Esta edición, al igual que las demás, ha presentado a casi 300 marchantes de arte, antigüedades y diseño, seleccionados entre los mejores del mundo. Caras conocidas de familias adineradas de múltiples nacionalidades acuden a cerrar operaciones millonarias en esta feria de los Países Bajos que suponen un tsunami para las cuentas de los galeristas. Los marchantes emergentes – y los consagrados – se nutren de los nuevos coleccionistas vestidos de las cuatro puntadas blancas de Martin Margiela procedentes de la Generación Z, así como de los adinerados de posguerra que pueden permitirse comprar arte mientras calzan unas Nike combinadas con un bolso de la marca de lujo gala Hermès.
TEFAF, además, es una de las citas más prolongadas del sector y eso se percibe en sus cifras a cierre de cada año. Si ARCOmadrid deja en España más de 100 millones de euros en cinco días, que riqueza no se generará en esta ciudad medieval diez días.
La decisión de hacer algo a lo grande, que es como están pensando, ha sido tomada de manera diversa por parte de los galeristas, aunque en general la acogida ha sido positiva. James Roundell, director de Dickinson Gallery, ha comentado a NYT que “vivimos en un mundo en el que la marca es importante, por eso ser una pequeña feria de arte ya no es suficiente si quieres un perfil mundial”. Es más, explicaba al rotativo estadounidense, “vivimos en un mundo de marcas. ¿Acaso Nike o Apple no son marcas? ¿Christie’s y Sotheby’s no son marcas? No hay razón por la que TEFAF no pueda estar a la altura con un poco de trabajo”.
Actualmente la organización tiene TEFAF Maastricht, TEFAF New York Spring – enfocado en arte y diseño moderno y contemporáneo – y TEFAF New York Fall – enfocada en artes decorativas desde la antigüedad hasta 1920 -. Ahora los planes de expansión van mucho más allá, Dekking explica que ahora trabajan en una asociación denominada TEFAF Education con la Universidad de Maastricht para desarrollar cursos alrededor del mundo del arte, el mercado y el coleccionismo.
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