Wawrinka despierta a Carreño de su sueño americano

Pablo Carreño se despidió del Masters 1000 de Indian Wells con una derrota contundente pero la cabeza bien alta. El tenista asturiano, que jugaba sus primeras semifinales en un torneo de esta índole, compitió lo que pudo con un rival superior, Stanislas Wawrinka, que le superó en los momentos justos para acabar mermándole y endosándole un marcador de 6-3 y 6-2 que quizá sea exagerado, pero no empaña dos semanas que marcaran su futuro.

Después de aprovechar una retirada y de salir vencedor de tres partidos con ranking favorable, Pablo Carreño vivía su primera prueba de verdadero nivel en sus primeras semifinales de Masters 1000, un acto heroico que necesitaba de una actuación de órdago para soñar con la final. Stan Wawrinka, tres veces campeón de Grand Slam, estaría enfrente.

Después de un inicio de tanteo y marcado por la pérdida de la señal internacional que dejó a España sin poder disfrutar en directo de los golpes de su nuevo tenista emergente, Carreño y Wawrinka se plantaron en la fase decisiva del parcial sin apenas haberse dañado, pero con la sensación de que el suizo estaba a una marcha más de llevarse el gato al agua.

Stan es de esos jugadores a los que no les hace falta jugar bien durante un periodo continuado de tiempo para ganar, y con dos bombas y dos errores de su rival se presentó con servicio para hacerse con el set. No falló y Carreño tampoco puso mucha oposición, dando muestras de que no estábamos ante su mejor tarde.

El gijonés, consciente –quizá demasiado– del partido y el escenario ante el que se encontraba, intentó con tesón y riesgo en sus golpes romper el saque de Wawrinka, pero la valentía acabó por condenarle y en un juego larguísimo al servicio acabó sufriendo el break que acabó con él.

Los juegos, a partir de ahí, parecieron imantados hacia el marcador de Wawrinka, que pareció, y fue un hueso demasiado duro para las aspiraciones de Carreño, que a pesar de todo saldrá como número 19 del mundo el próximo lunes. Lo vivido por Pablo en estas dos semanas en Indian Wells no se le olvidará nunca.