Sorloth-Julián: 120 millones pagados, 3 goles marcados

Los números no pueden ser más pírricos: con diez partidos oficiales disputados, ocho de Liga y dos de Champions, el saldo de los dos delanteros por los que el Atlético pagó más de 120 millones de euros este pasado verano, Julián Álvarez y Sorloth, es de apenas tres goles. Su sequía además coincide con la fertilidad del melillense Samu Omorodion, que prácticamente fue regalado al Oporto por 15 millones de euros, y que se está hinchando a marcar.

Ni Julián ni Sorloth están a la altura de las expectativas despertadas, sobre todo el noruego, ante cuyas acciones ya se escucha un murmullo en el Metropolitano. El exdelantero del Villarreal costó 32 millones fijos más otros 10 en variantes y su saldo hasta ahora es de un solo gol en el primer partido de Liga, precisamente ante su antiguo equipo. Sin embargo el principal problema no es ya su saldo, que es muy pobre, sino que cada vez son más evidentes sus limitaciones técnicas. No ha conseguido jugar ningún partido completo y en muchos ni siquiera es titular, como sucedió el pasado miércoles ante el Benfica.

Julián lleva un gol más que Sorloth y para Simeone es mucho más protagonista, pero su rendimiento tampoco es para tirar cohetes teniendo en cuesta que se pagaron por él 75 millones de euros que se incrementarán en otros 15 por variables para llegar a un total de 90 millones, lo que le convierte en el segundo fichaje más caro de la historia del Atlético tras los 117 millones desembolsados en el verano de 2019 por Joao Félix. La influencia del argentino en el juego de ataque rojiblanco es muy escasa y, por poner un ejemplo, su compatriota Correa ha sido hasta ahora más decisivo que él. A la «araña» le salva el gol del triunfo marcado en Vigo en el descuento, pero poco más hay a donde agarrarse.

El gran problema con Sorloth y Julián, además, es el gran momento de forma de Samu Omorodion, que ayer mismo le marcó dos goles al Manchester United en la Europa League y que lleva ya siete con la camiseta de los dragones en lo que llevamos de temporada. El melillense fue traspasado por 15 millones de euros que se pueden incrementar en otros 10 si los portugueses compran el 80% de sus derechos. Una operación que a día de hoy parece una de las más ruinosas de la historia rojiblanca y que cuesta muchísimo de entender.

El delantero y el noruego tendrán en San Sebastián una nueva oportunidad de reivindicarse antes de que la Liga se interrumpa por el segundo parón de selecciones, que por cierto a ellos les afecta porque se irán con sus respectivos equipos nacionales, pero son muchas ya las voces que les sitúan en el ojo del huracán de una planificación que no parece que haya sido ni mucho menos la mejor para un Atlético al que no dejan de vérsele las costuras.