Simeone se queda solo en el podio

Simeone esculpirá este sábado un nuevo grabado en el monumento que está edificando en la iconografía del Atlético de Madrid. El argentino se convertirá en el entrenador con más partidos de la historia del club, con 613, superando a Luis Aragonés. El Cholo ya dejó atrás a Miguel Muñoz como el técnico con más victorias en Primera División y el único reto que le queda por conseguir es derrumbar la marca de 756 partidos que detenta el propio Luis como el más prolífico en los banquillos de la Liga española, aunque eso le queda muy lejos todavía y dependerá de su futuro. Su contrato como rojiblanco caduca el 30 de junio de 2024.

Los números de Simeone en el Atlético son impresionantes. Para entender su dimensión un simple dato es suficiente: en 1996 el equipo fue campeón de Liga y de Copa con Antic en el banquillo y el Cholo en el campo. Desde 1996 hasta 2013 -17 años- nunca más ocupó el podio de la Liga. Desde 2013 hasta 2022, con él como entrenador -10 años-, no ha dejado de ser ni una sola vez primero, segundo o tercero. Es más: desde que la familia Gil controla el club -temporada 86-87- sólo había podido acabar entre los tres primeros en cuatro ocasiones antes de la llegada de Simeone en enero de 2012 -26 años-. Proclamar a Simeone como el mejor técnico de la historia rojiblanca es quedarse corto. Su palmarés le convierte en una leyenda.

La continuidad y la regularidad han sido las cualidades que le han llevado a lo más alto del Olimpo atlético. Cuando llegó al banquillo rojiblanco en enero de 2012 sustituyendo a Gregorio Manzano se encontró a un equipo al que acababa de eliminar de la Copa el Albacete, entonces en Segunda B, y que era décimo en la clasificación a cuatro puntos del descenso. Debutó en Málaga con un empate a cero y firmó una segunda vuelta increíble. Le faltaron dos puntos para entrar en Champions y goleó en Bucarest al Athletic para ganar la segunda Europa League de la historia del Atlético.

A partir de ahí, desde que dirige al equipo en una temporada completa, han pasado diez años de éxitos continuos: dos veces primeros, dos veces segundo y seis veces tercero. Jamás en la historia del Atlético de Madrid, ni siquiera en las triunfales décadas de los años 60 y 70, se había logrado una permanencia tan continuada en el podio. Estamos sin ningún género de dudas en la mejor etapa rojiblanca de todos los tiempos.

Simeone llegará el sábado a su partido 613 con una cosecha de ocho títulos: 2 Ligas, 1 Copa del Rey, 1 Supercopa de España, 2 Europa Leagues y 2 Supercopas de Europa, por lo que también aventaja en este apartado a Luis Aragonés, que se quedó con seis títulos: 1 Liga, 3 Copas, 1 Supercopa y 1 Copa Intercontinental. Más allá de los galardones, además, lo que enfatiza el enorme éxito del Cholo son sus porcentajes: el sábado disputará el choque ante el Sevilla con un increíble 58,49% de partidos ganados, muy por encima de Luis, que se quedó en un 50,32%. De hecho, el argentino ha sumado en sus primeros 612 encuentros -el listón en el que se quedó el Sabio de Hortaleza- 50 victorias más que el ex-seleccionador y 58 derrotas menos.

Pese a que la sucesión de éxitos parece haber normalizado estos números, resulta suficiente con echar un vistazo al Atlético pre-Simeone para darse cuenta de su importancia y de la dimensión deportiva que ha logrado darle al club. El argentino está además a sólo dos tantos de su gol 1.000 como entrenador rojiblanco. Podría llegar este mismo sábado, pero si no es sólo cuestión de tiempo. Eso sí, seguro que si el argentino pudiera elegir al autor lo tendría claro: Antoine Griezmann, con 149 goles es, con mucha diferencia, el máximo realizador de su etapa como entrenador rojiblanco. El Cholo apostó por él hace dos años y le ha convertido en un futbolista total. Tiene mucho que agradecerle el francés, pero no sólo él, sino todo el Atlético de Madrid, que tras muchos años de travesía en el desierto ha encontrado por fin a su líder.