Mbappé corona al PSG campeón de Copa

El PSG es campeón de Copa. El conjunto de Mauricio Pochettino se ha impuesto en la final de la Copa de Francia al Mónaco por 0-2, con goles de Mauro Icardi y de Kylian Mbappé. El delantero francés lideró la victoria de los suyos en un partido en el que se adelantaron muy pronto, en el minuto 19, gracias al tanto de Icardi a pase de Mbappé. A partir de ahí el cuadro monegasco fue a remolque y no pudo evitar que el crack francés sentenciara el decimocuarto título copero del conjunto parisino.

A pocos días de la última jornada de la Ligue 1, donde se jugarán el título de liga (necesitan ganar y que el Lille pinche), el PSG ha logrado el segundo título de la era Pochettino, tras la Supercopa lograda en enero ante el Marsella. Y todo gracias a Mbappé. Esta final lleva su nombre. El internacional francés hizo lo que quiso durante el partido, se jugó a lo que él quería. En el primer tanto olió sangre y fue a la presión, mordió y aprovechó la mala cesión de Majecki a Disasi para robar el balón, se plantó en el mano a mano y cedió a Icardi para que el argentino marcara a puerta vacía.

El 7 fue un auténtico quebradero de cabeza para la defensa rival. Sin duda, este partido será recordado como la final de Kylian Mbappé. Un nuevo recital del futbolista pretendido por el Real Madrid que sigue demostrando su enorme talento. El partido tuvo un solo dueño. Sin forzar demasiado la máquina el PSG aprovechó el único error del partido en la primera mitad para golpear primero y adelantarse en el marcador. Mbappé estaba haciendo de Neymar y de él mismo. Ni siquiera necesitó la ayuda de Di María o Icardi, él solo se bastaba.

Por desgracia para el Mónaco y por suerte para el PSG, la función debía continuar y como buen mago, Mbappé, no defraudó. El cuadro del Principado apenas inquietó a Keylor Navas, sólo lo hizo en un centro-chut de Gelson Martins que se estrelló en el larguero. Pero este partido llevaba el nombre de la estrella parisina. El MVP no faltó a su cita con el gol y cerró la victoria con un gran tanto, aunque minutos antes estuvo a punto de hacer el gol del encuentro, de vaselina. Esto lo empezó él y lo terminó él, como hacen los grandes jugadores en las grandes noches.