El Atlético gana en Vigo y es campeón de invierno
El Atlético de Madrid va muy en serio a por la Liga. Los rojiblancos mostraron nuevamente su solidez en un escenario donde sacar puntos no es tarea sencilla. Balaídos vio con impotencia un nuevo ejercicio defensivo coral de unos colchoneros que acaban la primera vuelta habiendo encajado tres goles en 10 partidos fuera de casa. Cifras que, sin lugar a dudas, avalan la candidatura de un conjunto que necesita muy poco para sumar goles y triunfos.
El partido careció de ocasiones claras en una primera mitad que fue claramente de despliegue físico y desgaste para ambas partes. Si acaso Griezmann pudo inquietar levemente el marco de Sergio, pero la puntería no le acompañó en su intentona. La suerte del galo cambió justo al inicio de la segunda mitad. Una triangulación entre él, Koke y Vietto acabó con el noveno tanto del ariete en lo que va de Liga. El pase raso de Vietto al segundo palo simplemente es pura delicatessen.
Con el Celta buscando la portería de Oblak, Simeone quitó a un ovacionado Augusto para dar entrada a un Carrasco que revolucionó el choque. Los huecos en la defensa gallega hicieron que el belga fuera avisara de su peligro hasta que una prolongación de Jackson dio a Carrasco un mano a mano con Sergio que no falló. El Celta dejó de intentarlo en un campo que se convirtió en un patatal en los últimos minutos por la lluvia.
El Atlético vuelve a demostrar solidez y templanza para ganar un encuentro en el que muchos rivales se dejarían puntos. Simeone sabe perfectamente optimizar el rendimiento de una plantilla que tiene claros los roles y que castiga el desgaste físico de los rivales. Con estos mimbres, los rojiblancos presentan una candidatura muy seria por el campeonato doméstico.