Las dos opciones de Nadal para seguir haciendo historia: radiofrecuencia o quirófano
Rafael Nadal cuenta con dos alternativas para subsanar sus problemas en el pie: la radiofrecuencia o el quirófano.
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La brillante e histórica conquista de Roland Garros no puede eclipsar el gran problema que sufre Rafael Nadal. El síndrome de Müller-Weiss, lesión crónica en su pie izquierdo con la que convive desde 2007, le ha venido a visitar demasiado a menudo en los últimos tiempos, obligándole a infiltrarse para poder competir y ganar en París. La gesta de Rafa se explica por sí sola, pero el tratamiento que debe seguir ahora podría obligarle a un parón, con dos alternativas que pueden hacer menor o mayor la espera y las consecuencias
El doctor Vicente de la Varga, director del Centro Avanzado de Medicina Deportiva (CAMDE), habló con OKDIARIO para desmenuzar las dos alternativas con las que cuenta Nadal y su equipo para solucionar los problemas en el pie. «Los milagros en medicina no existen y con el cuadro de lesiones que presenta Nadal, el coraje y soportar el dolor no bastan», inicia el reputado galeno, que conoce bien el caso del tenista de Manacor.
Después de comprobar la efectividad de la infiltración, De la Varga resalta que la utilidad de este tratamiento es puntual. «Es una opción para usarla para un partido concreto, pero no de forma habitual». El doctor de Nadal, Ángel Ruiz Cotorro, estuvo en París y fue el que pudo infiltrar al jugador, con unas medidas que explica el director del CAMDE. «No basta con inyectar anestésico dentro de la articulación. Es necesario inyectar anestésico local a la altura del tobillo en los nervios que recogen la sensibilidad de esta zona: el nervio safeno y los nervios peroneos superficial y profundo».
«El problema es que al bloquear estos nervios, además de eliminar el dolor del escafoides, adormecemos por completo parte de los dedos y de la planta y pese a que es solamente un bloqueo sensitivo, conservando la fuerza muscular porque la pierna no va a fallar, la percepción y el equilibrio se alteran. Es una sensación muy incómoda», añade, en un completo vídeo explicativo.
Opción 1: radiofrecuencia pulsada
Una vez pasado el tratamiento de infiltración, Nadal se probará con un nuevo tratamiento de radiofrecuencia pulsada, en el que tratará de encontrar la solución a sus problemas. «Es una técnica empleada para el tratamiento de dolor crónico. Para ello se sitúa una aguja cerca de cada uno de los nervios que recogen cada extremidad de la zona, pero en sus ramas terminales, cerca del escafoides», describe el doctor.
«Se aplica una corriente de radiofrecuencia pulsada, con pausas de milisegundos que crean un campo electromagnético», continúa el doctor, que resuelve una de las principales dudas sobre el cambio de tratamiento. «Se pretende conseguir el mismo efecto que con el bloqueo anestésico pero de una manera más localizada y duradera», desvela.
Sin embargo, el éxito no está garantizado y es que el doctor De la Varga quiere dejar claro que el tratamiento de radiofrecuencia «es efectivo sólo en el 70% de los casos». Además, destaca que «puede que la desaparición del dolor no sea completa». «Es una buena opción, técnicamente muy completa y con algunos riesgos, pero el resultado sería casi inmediato. Es el último paso que le queda antes de la cirugía», completa, antes de introducir la explicación sobre la operación a la que podría someterse Rafa Nadal.
Opción 2: pasar por quirófano
El tenista de Manacor apurará sus opciones de curación mediante el tratamiento de radiofrecuencia, pero si no funciona, deberá pasar por quirófano en caso de querer seguir compitiendo profesionalmente. «Consiste en fusionar el escafoides con los huesos que le rodean para que no tengan movimiento, no rocen y así no haya dolor», comenta De la Varga sobre la operación. «Es un tratamiento definitivo y el dolor del escafoides desaparecerá por completo y para siempre, pero tiene muchas potenciales complicaciones y por eso no se había planteado», explica.
Uno de los elementos a destacar de la operación es que es aparatosa. «No es una cirugía muy compleja pero sí muy agresiva, hay que eliminar las zonas desgastadas, artrósicas, entre los huesos, dejando los huesos vivos para conseguir que contacten íntimamente para después fijarlos con tornillos y miniplacas», cuenta el doctor, ilustrando su explicación mediante una composición virtual de lo que sería la potencial intervención a Rafa.
«A partir de aquí es recuperar progresivamente la normalidad, por lo que es posible que en seis meses esté preparado para volver», se atreve a decir Vicente de la Varga, que ve el paso por quirófano de Rafael como una solución potencial para alargar su carrera deportiva. «La movilidad quedará algo limitada, pero posiblemente esté ahora más limitada por el dolor y la artrosis», finaliza el doctor.