Las consecuencias de renovar a Messi a partir del 1 de julio

La renovación de Leo Messi por el Barcelona se ha enquistado más de lo esperado. Aunque, según Laporta y diversos medios, hay voluntad del jugador por ampliar su contrato, lo cierto es que a escasas horas para que este finalice, aún no hay noticias sobre la ampliación de su vinculación. Oficialmente, Messi dejará de ser futbolista del Barça a partir de las 12 de la noche, una vez comience el 1 de julio, lo que traerá consigo consecuencias severas para el club y también para el astro argentino.

El ’10’ finaliza su contrato hoy, 30 de junio. A partir de las 00:00 horas pasará a ser agente libre, si no se firma antes la renovación del jugador. Una cuestión que debería ser primordial para el Barcelona, por las consecuencias que tendría el hecho de que Messi deje de ser jugador del club.

Los principales problemas del Barça para cerrar la renovación del argentino están en el aspecto económico. La mala gestión de la anterior directiva, al mando de Josep María Bartomeu, sumada a la pérdida de ingresos a consecuencia de la pandemia, han dejado las cuentas culés al borde de la quiebra. Los azulgranas tienen problemas para amoldarse a la normativa vigente de la Liga en lo que a masa salarial se refiere, dado que la tienen disparada, lo que ha impedido cerrar el acuerdo de la renovación, a la espera de encontrar la fórmula que se adapte al reglamento de la patronal del fútbol.

Complicaciones para inscribirle

Al no renovar a Messi antes de que finalice su contrato, en caso de alcanzar un acuerdo con él en las próximas horas o en los próximos días, el Barcelona tendrá muchos problemas para inscribirle. De haber conseguido antes de las 12 de la noche la firma del atacante y la aprobación de LaLiga, únicamente deberán realizar ajustes en cuanto a rebajas salariales y ventas para no ser sancionados.

Sin embargo, si queda libre el 1 de julio, deberán acometer esas rebajas antes de poder inscribirle, ya que constaría como un nuevo fichaje. LaLiga es muy estricta a la hora de permitir la inscripción de nuevos jugadores cuando el límite salarial está cubierto. De hecho, ya se impidió el pasado verano la llegada de Depay al propio Barça.

En estas circunstancias, cualquier equipo de Primera y Segunda que quiera inscribir a un jugador, debe amoldarse a la regla según la cual el salario bruto del jugador no supere el 25% del ahorro del club, proveniente de la masa salarial y de las plusvalías de ventas. Es decir, para que los culés puedan hacerle un contrato, primero deberán haber reducido los gastos en salarios y sacado beneficio de las ventas cuatro veces superior a la nueva ficha del jugador.

Además, de poder cerrar su llegada a otro equipo, algo que sucede desde el 1 de enero, que Messi quede desvinculado del club a partir de esta noche, supone el Barça no pueda utilizar su imagen con la nueva equipación ni nada relacionado con la próxima temporada. Lógicamente, tampoco podrán vender la camiseta del ’10’ de la nueva temporada.

Sin embargo, el aspecto más llamativo reside en el seguro médico. El jugador se encuentra disputando la Copa de América con Argentina. Si se lesiona antes de alcanzar un acuerdo, el seguro médico culé no le cubre y la responsable de los gastos derivados de las pruebas pertinentes y de su recuperación sería la AFA.

Quedan en el aire las posibles penalizaciones por parte de los patrocinadores del club. Leo Messi es el principal reclamo del club de cara a sus anunciantes, por lo que prescindir de sus servicios podría suponer un duro golpe a unas cuentas que tratan de recuperarse de la gestión de los últimos años.

Una descarga salarial de 138 millones

Con el fin de la vinculación de Leo Messi y el FC Barcelona, el club liberaría un total de 138 millones de euros. Así lo revelaba el contrato que se publicó hace unos meses, por el cual cobraba una cantidad superior a los 70 millones de euros netos por temporada, como informó en su día Eduardo Inda.

Pese a la importante descarga de la masa salarial que supondría el final del contrato de Messi, sería insuficiente para cumplir los parámetros establecidos por LaLiga. Esta temporada, el gasto en fichas de los barcelonistas era de 656,43 millones, mientras que de cara a la nueva temporada deberá ser de 347,08 millones, por lo que aún deberían ahorrar 171 millones de euros para ajustarse al límite marcado por la entidad que dirige Javier Tebas.

Al seguir superando aún su límite salarial, deberían seguir ajustándose a la medida del 25% del ahorro para poder inscribir jugadores. En este caso, el haberse desprendido de un total de 138 millones de euros de masa salarial les permitiría registrar jugadores por un valor de 34,5 millones de euros brutos anuales, a la espera de vender a algún jugador o seguir incrementando su ahorro en sueldos.