El Atlético se despide de la Liga y lo fía todo a la Copa
Un penalti absurdo de Lenglet deja en anécdota el primer gol en la Liga de Azpilicueta
Partido horrible del equipo en ataque, con Lino, Griezmann y Sorloth muy señalados
La peor noticia fue la nueva lesión por un golpe en la cabeza del francés Robin Le Normand


El Atlético entrega las armas de la Liga en Cornellà y se entrega a la semifinal de Copa del próximo miércoles como último recurso para salvar una temporada que se le ha ido por el sumidero en un mes de marzo demoledor. Un penalti absurdo e innecesario de Lenglet le restó dos puntos definitivos ante un Espanyol voluntarioso pero poco productivo y está ya a una distancia sideral de Madrid y Barcelona. De nada sirvió el sorprendente gol de Azpilicueta, un regalo caído del cielo que no supo aprovechar.
El equipo salió fuerte e intenso y metió en apuros a un Espanyol que no se esperaba semejante asedio en su propio estadio. A Llorente le anularon un gol en el primer minuto por fuera de juego previo de Griezmann y Joan García sumó méritos a su candidatura para ser rojiblanco con un paradón a bocajarro tras un remate de Azpilicueta en el área. Si Simeone le había pedido a su equipo que fuera competitivo sin duda tenía motivos para sentirse satisfecho.
19 minutos tardó el Espanyol en levantar la cabeza y hacerse notar. Cabrera cabeceó fuera un centro lateral tras un remate que no llevó peligro, pero que le sirvió a los catalanes para sacudirse el dominio de un Atlético que poco a poco había ido bajando el ritmo hasta acabar igualando el partido. Pudo decantarlo Griezmann en un saque de falta al borde del área, pero la ejecución dejó mucho que desear.
El remonte del Espanyol no fue además la única mala noticia que se llevó Simeone. A los 27 minutos, tras un centro lateral de El Hilali, el francés Le Normand chocó con su cabeza contra la de Roberto y los servicios médicos no quisieron arriesgar lo más mínimo teniendo en cuenta los antecendentes. El internacional se fue al vestuario y lo sustituyó Giménez, al que el Cholo conservaba para tenerlo en condiciones ante el Barcelona.
El incidente con Le Normand desconectó del partido al Atlético y durante muchos minutos no pasó nada. La tarde quedó adormecida y todo parecía dirigido hacia el 0-0 en el descenso, pero de repente sucedió algo absolutamente inesperado: a los 39 minutos Sorloth peleó un balón con Kumbulla y el rechace le llegó fuera del área a Azpilicueta, que soltó un latigazo tremendo a la mismísima escuadra. El gol fue excelente, pero la noticia fue su autor porque no sólo es el primero que marca como rojiblanco, sino también supone su estreno en la Liga española a pocos meses de cumplir 36 años: más vale tarde que nunca.
PERO QUÉ GOLAAAAAAZOOOO AZPIIIII 😮💨😮💨😮💨
0-1 pic.twitter.com/aUH9fc4sdR
— Atlético de Madrid (@Atleti) March 29, 2025
El gol metió en un agujero negro al Espanyol, que pudo haber pagado muy caro su despiste. Gallagher tuvo el 0-2 casi de inmediato, pero cruzó demasiado su disparo en el área y el balón se perdió fuera para desesperación de Simeone, que era consciente de la importante de darle el tiro de gracia a un rival que acabó reponiéndose y que llegó al descanso por debajo en el marcador, pero con las constantes vitales a pleno rendimiento.
De Paul reemplazó a un inoperante Lino en el arranque de la segunda parte y el cambio no le sentó mal al Atlético, que salió mandón y ambicioso, aunque sin demasiada pólvora. Lo intentó Sorloth, pero resolvió con un disparo defectuoso que no llegó a ninguna parte. Fue el canto del cisne del delantero noruego, sustituido más tarde por Julián. También se marchó Giuliano para que entrara Nahuel y Llorente avanzara hasta el extremo derecho.
Pese a los cambios el Atlético continuó sin crear peligro y, por supuesto, lo acabó pagando. A los 71 minutos Lenglet agarró a Cabrera en el área y Puado ejecutó impecable el penalti convirtiendo en el gol del empate el primer disparo del Espanyol entre los tres palos en todo el partido. Tocaba volver a empezar porque el puntito no servía absolutamente de nada.
Riquelme y Reinildo agotaron el cupo de cambios rojiblancos al paso por el minuto 80, pero ya estaba la suerte totalmente echada y lo único que fue capaz de fabricar el Atlético fue un cabezazo manso de Griezmann a las manos de joan García en el 94. El equipo ha perdido incluso el duende de los descuentos y va cuesta abajo. O el miércoles da la campanada ante el Barcelona o lo que queda de temporada será un valle de lágrimas.